"El Athletic siempre me gustó, porque no se vive la distinción chicos-chicas"
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Mari Paz Vilas "Mapi", nacida en Vilagarcía de Arousa en Galicia, cuenta que "no tuve problemas con el equipo masculino en el que empecé, quizá sí lo tuvieron mis padres, pero como no me dijeron nada pues lo viví con naturalidad, lo recuerdo con mucho cariño". En poco tiempo la llamaron del Atlético Arousana "un equipo femenino que se estaba jugando el ascenso en cadetes".
Pregunta: Pronto diste el salto al Levante, que por entonces era un equipo puntero en la primera división.
Respuesta: "Sí, fueron dos años duros pero de aprendizaje, no es que lo pasara mal, yo desconocía el fútbol femenino, estaba fuera de casa, el ritmo era mucho más alto, las chicas del grupo eran muy competitivas".
Recalca también que en ese equipo, con el carácter de las jugadoras fue cuando pasó "de niña a profesional", "por cómo vivían el fútbol, cómo lo sentían y lo pensaban, Mariajo, Monforte, Maider,... lo vivían de forma muy intensa".
P: Después te tocó la puerta el FC Barcelona,...
R: "Ese año el club empezaba a apostar por el fútbol femenino, a hacer fichajes, me gustó el proyecto, y cuando me lesioné gravemente la rodilla me tocó aprender de nuevo, porque siempre trato de encontrar el aprendizaje en todo lo que me pasa, me hizo madurar más rápido".
P: ¿Cómo acabaste en el Espanyol?
R: "Sentía que se había acabado una etapa en el Barcelona, era el momento de cambiar y al final lo acabé teniendo muy complicado en el Barcelona, se acabó la etapa".
P: Y por fin acabas en el Valencia, donde ya has echado raíces...
R: "En Galicia al final hice poca vida, más allá de la infancia, he crecido fuera y como me dices las raíces las tengo aquí, la pareja...".
P: Y hasta el acento...
R: "¿Sí? Jejeje, puede ser, pero también cuando vuelvo de Galicia lo hago con acento de allí".
P: ¿Qué le pasaba al Valencia este año que no lograba arrancar?
R: "Pues que somos un club que acostumbra a estar arriba, las expectativas siempre son altas, y la gente estaba sorprendida con ese comienzo, empezamos ilusionadas pero por hache o por be no llegaban los resultados, te metes en una mala dinámica y te das cuenta de que es algo más mental que otra cosa. El cambio de chip nos vino después de las navidades, que tuvimos una charla antes de irnos tras una derrota dura y a la vuelta volvimos con la cabeza despejada y limpia, jugamos con otra alegría y los resultados empezaron a llegar".
P: ¿Cómo se ve al Athletic Club fuera de Bizkaia? ¿Son una referencia?
R: "El Athletic siempre me ha gustado, porque no se vive la distinción entre chicos y chicas, la gente anima a unos colores y animan tanto a unos como a otras. Me tira mucho jugar en Lezama, me ilusiona y a la vez les tengo mucho respeto. Es un equipo que siempre hay que tener en cuenta, porque mantener al equipo ahí arriba tantos años es porque se hacen las cosas bien".
P: ¿Te hubiera gustado ser vasca? Aunque con la manía que nos tienes no sé yo... En tus 11 primeros partidos contra el Athletic anotaste 1 gol, y en los últimos 11 partidos llevas 10 goles.
R: "Jajajaja, pues sí que me hubiera gustado haber tenido alguna familia vasca para haber podido vivir un año al menos esa experiencia. Lo de los goles será porque me motiva especialmente jugar contra el Athletic, sobre todo en Lezama, es por respeto y por ilusión".
P: Vamos con la selección. Entiendo que pueda ser esa espinita que tienes clavada, siempre has participado en todas las fases de clasificación pero a la hora de entrar en la convocatoria definitiva para el torneo, como en Canadá 2015 o en 2017 en Holanda, te has quedado con la miel en los labios.
R: "Con Nacho (Igancio Quereda) ya comenté en su momento que era más una pregunta para él, yo tengo mi opinión y cada entrenador lleva a quien quiere. Él no confiaba en mi y no me llevaba. Yo soy partidaria de que deben ir las mejores siempre. Luego con Jorge fue diferente, noté la confianza, era totalmente diferente".
Recuerda que debutó en un partido con 19 años en el que marcó un gol y "hasta pude meter otro que pegó en el larguero". Confieso que no he encontrado ese partido, y es que de esa época hay pocos datos. Le nombro aquel partido contra Kazajstán en el que marcó 6 goles, pero "no, no, fueron 7", se acuerda perfectamente, tanto como de esas jugadoras con las que compartío aquel vestuario y que muchas siguen jugando como Ainhoa Tirapu, Ruth García, Sonia Bermúdez, Marta Torrejón, Silvia Meseguer, Priscila Borja, Marta Corredera y Olga García. "Afortunadamente hay mucha calidad en España, y ahora hay mucho donde elegir". No obstante, el último verano fue prolífico en categorías inferiores y se ve que hay unas generaciones que vienen pisando muy fuerte.
Le reconozco que me choca no verla más en las convocatorias, por ser una jugadora diferente, de área, de juego sencillo de espaldas, oportunista, sin necesidad de participar mucho en el juego. Es una jugadora que no tiene glóbulos rojos, tiene goles. Ella asume con naturalidad también que es diferente y que precisamente por eso "si no te gusta una jugadora de ese tipo pues no la llevas y ya está, lo entiendo".
Es fisioterapeuta, tiene TAFAD y el nivel 1 de entrenadora. "Quiero dedicarme a algo relacionado con la fisioterapia, no sé en qué ámbito, y también me empieza a picar lo de entrenar, intentaré sacar el nivel 3 y luego decidiré lo que más feliz me haga".
P: ¿Alguna superstición o ritual antes de un partido?
R: "Uy, soy muy supersticiosa, mis compañeras están ya cansadas, si calentamos un día en un lado pido volver a calentar en ese lado al día siguiente. Aunque creo que es más concentración que superstición, te ayuda a estar más a atenta en el ejercicio".
P: Y ya para terminar, ¿alguna serie, película o libro que te haya marcado?
R: "No tengo nada en concreto, me gusta mucho leer, y no puedo leer en tablet o ebook, soy de leer en papel, así que creo que no sería la misma que soy si no hubiera leído todo lo que he leído".
Me sabe mal desearle suerte, pero lo hago por respeto y deportividad para despedir la entrevista telefónica, y desde aquí reitero mi agradecimiento a su atención y disponibilidad, porque era una entrevista que tenía muchas ganas de hacer y de una de las que me hace mucha ilusión masticar y escribir.
Por Iñaki Martín Abraldes, Entrenador en el Indartsu Club