Casado, un superviviente
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Los detalles de su despido
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El club tendrá que pagarle una alta indemnización
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¿Qué opina el malaguismo sobre su marcha?
Vicente Casado llegó al Málaga en septiembre de 2011. Fue fichado para hacerse cargo del marketing del club y es despedido del mismo tras haber sido cabeza visible de la directiva y máximo responsable de la gestión de la entidad durante las últimas temporadas. Su labor en poco más de cuatro años en Martiricos está compuesta por luces y sombras. El prisma que se utilice variará de una forma u otra la valoración que se haga del que ha sido su trabajo en el Málaga. Pero hay hechos indiscutibles: tan incontestable es que Casado ha sido figura clave en la recuperación económica de un club de fútbol que en verano de 2012 bordeó la desaparición como que el Málaga apenas se acerca a su intención de generar recursos propios más allá de la venta de activos. Otro hecho indiscutible: Casado es un superviviente. No han sido pocas las crisis de las que ha sido absolutamente airoso. Hasta ahora.
El despido de Casado no se decide ayer, ni antes de ayer, ni hace una semana. Se viene cocinando desde hace meses. Incluso el propio ex director general se lo olía y así se lo había trasladado a algunos de los integrantes de su equipo de trabajo. Algunas determinaciones tomadas el pasado verano criaron un caldo de cultivo que ha finalizado con su cese fulminante. La gestación de las negociaciones para la compraventa del club y su posicionamiento favorable al cambio de propietario, la manera de gestionar la venta de jugadores emblemáticos, la búsqueda de amparo en fondos de inversión un tanto opacos y la forma de comunicar públicamente todos estos acontecimientos generaron un cisma prácticamente insalvable entre Casado y la familia Al-Thani. Su sobresaliente resistencia a los muchos problemas que ha padecido el Málaga en los últimos años no le ha servido esta vez. Casado, por orden de un Al-Thani que se ha rodeado de asesores externos, está en la calle.
Tan indiscutible es que Casado ha sido clave en la reducción de la deuda como que ésta se ha basado casi únicamente en la venta de los activos de la plantillaQue Casado es un superviviente se empezó a ratificar en aquella famosa concentración del Málaga en Campoamor. La plantilla estaba sumida en la total incertidumbre por los impagos a pocas semanas de arrancar la Champions League. Casado dio un paso adelante al haber un vacío de poder tras el repentino fallecimiento del consejero José Carlos Pérez y la dimisión del que fue durante menos de un año mánager general Fernando Hierro. Con Al-Thani y Ghubn fuera de la circulación, Casado dio la cara ante los jugadores y Pellegrini, asumió el control de la situación y logró tranquilizar momentáneamente una coyuntura que reventó en plena temporada con las salidas por la puerta de atrás del entonces director deportivo Antonio Fernández y de estrellas como Cazorla o Rondón. El club, presionado por la Liga y Hacienda, emprendió el periodo de la tan cacareada "autosuficiencia" para adaptarse a los cánones del siempre sospechoso 'Fair Play' financiero. Casado, en septiembre de 2012, ya era oficialmente director general.
Ajenas y propias, son varias las situaciones espinosas que ha tenido que lidiar Casado. El ex director general fue el portavoz del Málaga en el proceso emprendido en el TAS contra la decisión de la UEFA de expulsar al equipo blanquiazul de las competiciones europeas. En mitad de aquel volcán, el Málaga fue eliminado injustamente de la Champions. Aún se recuerda su comparecencia ante los medios de madrugada el aeropuerto de Munster horas después del fatídico 3-2 en Dortmund. El Málaga no tuvo éxito en el TAS, aunque al menos logró que la UEFA le levantara el veto una vez cumplida la primera campaña de sanción. Por la deuda generada en los primeros años de Al-Thani en Málaga, la entidad llegó a acumular un agujero económico de 100 millones de euros. Terminada la era de Casado, la deuda neta alcanza los 13 millones. El ejecutivo es el artífice de esta rebaja. El motivo de este descenso es lo que nunca logró reconocimiento, en especial entre la afición.
Son bastantes los errores que se le achacan a Casado durante su periodo como máximo responsable de la gestión blanquiazul. El primero, fácilmente reconocible, tiene que ver con su discurso. No son pocas las veces que ha anunciado estabilidad en el plantel y descartado traspasos de jugadores que pocos días después vestían camisetas de otros equipos. "Casado, cuéntame un cuento", llegó a sonar en la grada durante un Málaga-Osasuna de diciembre de 2013. Respecto al asunto de las ventas, pocas alcanzaron los precios deseados, en algunos casos por la premura en llevar a cabo las negociaciones (véase, como un ejemplo entre muchos, el viaje a Madrid para colocar a Isco en el club blanco), en otros por las deudas acumuladas con los futbolistas (Toulalan, Jesús Gámez, Willy o Joaquín, entre otros). También ha chocado cómo se gestionó la entrada en el club de un fondo de inversión venezolano y la poca transparencia al saberse que se había hecho con los derechos de varios futbolistas. Darder ha comentado que ni él mismo sabía que pertenecía a un fondo de inversión.
Sus decisiones en verano, la forma de comunicarlas y su postura a favor de la venta del club han pesado para que el jeque Al-Thani haya determinado su despidoEn su debe también figuran decisiones erróneas cuando quiso tomar parte del diseño de la plantilla hace dos años, una época en la que se encontraba asesorado por los responsables de la hotelera BlueBay, ahora en litigio con el jeque Al-Thani por el poder de las acciones. Schuster, Bobley Anderson, Chen, Angeleri... Estas operaciones repercutieron negativamente en las arcas del club, ya fuera por los altos traspasos pagados o las condiciones que se ofertaron. Solamente Angeleri ha contado con regularidad deportiva. El resto son un absoluto fracaso. Casado se vio obligado a rescatar poco antes de Navidad a Mario Husillos, quien en verano decidió no renovar por considerar que había injerencias en su labor como responsable del diseño del equipo.
A su favor, Casado puede presumir de haber reconducido las relaciones del Málaga con las instituciones, tanto futbolísticas (Liga, Federación) como administrativas (Hacienda, Junta y Ayuntamiento). Aunque aún no han comenzado las obras, con los gobiernos regional y municipal de la mano de Casado el Málaga ha logrado avances importantes para la edificación de la Ciudad Deportiva.
Repite Casado con frecuencia que el Málaga "ha dejado la UVI, pero sigue en planta". Es una manera gráfica de diagnosticar la reestructuración financiera que ha experimentado un club que en su época de mayor esplendor deportivo estaba destinado a disolverse. Una paradoja macabra. Claro que esta recuperación no llegó nunca por la aportación de patrocinadores o la vuelta de la inversión por parte de la entidad. Principalmente, la reducción de la deuda se ha basado en la venta de activos (jugadores) revalorizados por su rendimiento deportivo. Ni siquiera cuenta el Málaga con un patrocinador principal que luzca en el pecho de la camiseta. Casado se excusa en la pesada losa de la deuda que se generó antes de su llegada a la dirección general. La poca autocrítica de la actual directiva también ha sido una constante con Casado al frente.
Aunque en los últimos meses intentó acercar posturas con las peñas (a día de hoy ni la Federación ni ningún grupo se ha manifestado por los últimos acontecimientos), Casado nunca gozó de excesivo predicamento entre los aficionados por los hechos anteriormente expuestos y, esencialmente, por limitar la generación de riqueza al expolio de cualquier tipo de valor que surgiera en la plantilla, ya fueran jugadores fichados con anterioridad o surgidos de la cantera blanquiazul.
Carismático dentro del club, nunca gozó de las simpatías de la afición por su discurso cambiante. "Casado, cuéntame un cuento", se llegó a oír en La RosaledaSu relación con Husillos ha vivido vaivenes, al igual que la que ha mantenido con el que ha sido su adjunto Manuel Novo. A pesar de la opinión negativa acerca de su labor que fue florenciendo en el seno de la propiedad, mantenía estrechas relaciones con el ex presidente Moayad Shatat. Al contrario que lo que la ha ocurrido con la afición, empleados y trabajadores del club siempre han valorado su carisma y personalidad. Claro que en ocasiones Casado no pudo evitar su carácter temperamental e intempestivo en las oficinas. Algunas reacciones imprevistas le causaron algunos conflictos, incluso con jugadores. No acabó nada bien con Martín Demichelis, aunque ambos buscaron después limar asperezas. También las ha tenido con Carlos Kameni.
Casado se va y este lunes se abre un nuevo periodo a nivel institucional en el Málaga. Su probada capacidad de supervivencia le ha valido para durar más de tres años en un cargo, el de director general, que devoró en muy poco tiempo a José María Fernández Mochón, Yasmin Al Sahoud o el propio Fernando Hierro (aunque el rol de éste era más representativo que ejecutivo). En cualquier caso, a pesar de su entereza ante las miles de vicisitudes que ha debido afrontar, el desgaste personal y físico que ha sufrido Casado es palpable. Más de una vez, siempre con buen humor, ha comentado en público que el Málaga ha estado a punto de costarle la salud. La trituradora Málaga sigue. Casado, el superviviente, ya no.