Una puesta en escena sin apenas ensayos

El Málaga afronta esta semana uno de los partidos más complejos de la temporada por el rival y por el escenario. El Barcelona en el Camp Nou no es invulnerable, como ya han demostrado algunos equipos en los últimos tiempos, entre ellos el Málaga, pero sí merece un análisis minucioso del partido y un engranaje perfecto a nivel táctico, más allá de aspectos físicos, técnicos y motivacionales, siempre presente en estas grandes citas.

Juande tiene varias ecuaciones en este largo parón y no va a poder resolverlas hasta finales de semana, muy cerca del partido. La primera es cómo reajusta al equipo con la baja por sanción de Camacho y la carencia de pivotes puros sanos (¿qué opción te gustaría más?); y la segunda es si se decanta de nuevo por una defensa de cinco elementos. Ambas tareas requieren de un entrenamiento específico que no va a poder ser tal por la ausencia de muchos de los actores al estar con sus selecciones. El Málaga tendrá que hacer su puesta en escena sin apenas ensayos.
El problema, que lo es, se agudiza al observar que muchos de esos futbolistas que no regresarán a Málaga hasta el jueves y que esta noche juegan con sus selecciones, formarán parte de dicho entramado defensivo: Rosales y Mikel jugarán seguro el sábado, y Ricca, probablemente. Sobre todo porque Juande Ramos apenas cuenta con elementos de contención. Así, el Málaga apenas tendrá dos entrenos al completo antes de viajar a Barcelona para tratar de hacer un partido perfecto.
La notas positivas son el regreso precoz de Koné, que sólo tenía un partido con Burkina Faso, y que Juanpi, que no viajó con Venezuela, se encuentra físicamente bien y anímicamente motivado para echar una mano donde se le encomiende, más allá de la efectiva recuperación, aparente, de Diego Llorente.