El Málaga reina en el caos

No fue el mejor partido del Málaga, ni de lejos. Pero el chute de moral es importante tras lograr reinar en el caos y llevarse los tres puntos de Son Moix este sábado. Más de tres meses llevaba el equipo sin ganar a domicilio, y ha roto esa pésima racha quizás en el encuentro que menos ha ofrecido. Los de Muñiz, sin ser superiores al Mallorca en casi ningún momento del partido, saborean de nuevo el triunfo como visitantes y vuelven a la senda de la victoria tras las dos derrotas consecutivas ante el Extremadura y el Granada.

La primera del Mallorca llegó muy pronto, en el minuto 7. Llegaron a marcar los locales, pero Gorostegui Fernández-Ortega anuló el tanto a instancias de su asistente por un presunto fuera de juego que tras ver la jugada repetida pareció no serlo. Respondió el Málaga tímidamente en alguna acción a balón parado, pero sin llegar a generar demasiado peligro.

El equipo seguía siendo excesivamente plano a la hora de generar juego. La incapacidad ofensiva lastra al Málaga cuando tiene que llevar la iniciativa. Con el viento a favor, los de Muñiz juegan con control y es difícil que se le vean las costuras, pero cuando hay que jugar al fútbol y crear ocasiones, cuesta un mundo. Si a eso añadimos que el Málaga está siendo más frágil, todo se complica aún más. En el 25', el Mallorca tuvo otra ocasión muy clara para adelantarse, pero Munir salvó con una buena mano el cabezazo de Raíllo, que remató demasiado cómodo una falta lateral botada por Salva Sevilla.

Cuesta un mundo generar ocasiones

Parecía una prolongación del duelo ante el Granada. Los jugadores blanquiazules estaban perdidos, llegaban tarde a todos los duelos, permitían que los rivales llegaran con suma facilidad a su área... Era difícil hacerlo peor en la primera parte, pero esto es fútbol. El Málaga, que no había generado absolutamente nada, se adelantó en el minuto 41 por medio de Harper, que recogió un balón en el área pequeña y fusiló la portería del Mallorca. Otro gol a balón a parado, sacó el córner Pacheco, remató Adrián al larguero y la peleó Blanco para que le quedara la bola al delantero fuengiroleño e hiciera el 0-1.

A pelota parada pudo igualar la contienda Raíllo tras el paso por los vestuarios, pero no aprovechó el rechace tras una mala salida de Munir y su disparo se marchó a la nubes, por fortuna para un Málaga que seguía concediendo más de lo normal en ese tipo de jugadas. Los blanquiazules tenían claro su cometido, cerrarse bien atrás y aprovechar cualquier resquicio para intentar hacer el 0-2. La tuvo Juanpi en el 61' a la contra tras un muy buen pase de Blanco, pero el venezolano estuvo lento (como en casi todas las acciones en las que participó) y todo quedó en nada.

Jugaba con juego el Málaga, dejando que el Mallorca adelantara líneas y jugara en campo contrario. Lo viene haciendo siempre que que se pone por delante, y al igual que el pasó ante Dépor, Osasuna o Sporting, los locales acabaron empatando. Álex López marcó el 1-1 en el minuto 72 aprovechando un buen centro de Gámez, que estuvo mucho más rápido y hábil que un Dani Pacheco que no llegó a cerrar bien ese costado derecho. Otra vez la misma historia. El equipo tuvo que ver cómo le igualaban para apretar arriba. Parera, bien colocado, evitó el 1-2 de Ontiveros, la gran baza ofensiva del conjunto malaguista en el tramo final del encuentro.

Cifu, el héroe

Y cuando el Málaga parecía más descosido, el Málaga dio el golpe definitivo al Mallorca marcando el segundo a la contra. Harper cazó un balón alto y prolongó para Dani Pacheco, que tras una buena conducción se la cedió a Blanco. Se le quedó algo atrás el balón al argentino, pero se la puso a Ontiveros y este la dejó de cabeza para que Cifu hiciera un magistral control con la zurda y batiera por bajo a Parera con un derechazo cruzado (84'). 

Tuvo que sufrir el Málaga de lo lindo ante las acometidas de los locales en los últimos compases, pero esta vez sí supo jugar los minutos finales, con un Munir que acabó siendo decisivo con varias paradas de méritos. La sensación es que que el conjunto blanquiazul debe mejorar y mucho, pero no es menos cierto que con tres puntos en el bolsillo en casa de un rival directo la semana se encara con otro talante.