Diez meses de culebrón en Arraijanal
Tras muchos años de burocracia, trámites y permisos, el pasado 15 de febrero se colocaba por fin, de manera simbólica, la primera piedra de La Academia del Málaga en Arraijanal. Se daban por inauguradas las obras de la Ciudad Deportiva del Málaga, que arrancarían un mes más tarde. Sin embargo, desde aquel jueves 15 de febrero se intuía que la construcción de este centro para la cantera blanquiazul no iba a ser un camino de rosas.
Al acto de inauguración acudieron varias personas que protestaron en voz alta mientras el alcalde, Francisco de la Torre, o el arquitecto del proyecto, Salvador Cortés, tomaban la palabra en el terreno destinado para La Academia. Fueron las primeras quejas, pero llegarían y mucho más notorias. Colectivos de vecinos y ecologistas trataron de parar la obra en multitud de ocasiones, saboteando a la empresa constructora, Bilba, y destrozando todo tipo de materiales.
En cualquier caso, los trabajos continuaron. Pero los únicos obstáculos para la construcción de la Ciudad Deportiva del Málaga no fueron las protestas de estos colectivos. En el terreno se encontraron varios restos arqueológicos que tuvieron que ser estudiados. Todo ello supuso un nuevo retraso, aunque finalmente Cultura dio el visto bueno al informe presentado y la empresa prosiguió con las obras en Arraijanal.
Frenazo en noviembre
Se fueron sorteando todas esas trabas y la constructora consiguió levantar el esqueleto de la que es la primera fase de La Academia, pero cuando el ritmo de las obras era más alto y parecía que las protestas remitían, surgió un nuevo e importante problema. A principios de noviembre, los trabajos en Arraijanal se detuvieron por desavenencias económicas entre el Málaga y Bilba, y desde ese entonces las obras están paradas. Los plazos previstos para su finalización, obviamente, han ido retrasándose de tal manera que a día de hoy sería demasiado atrevido a fijar una fecha para su inauguración.
En cualquier caso, lo más importante es que el club y la empresa constructora vuelvan a entenderse para que las obras vuelvan a reactivarse. La construcción de la Ciudad Deportiva es más que necesaria para una entidad que tiene repartidos a sus equipos de cantera por varios campos de la ciudad.