Pasaba yo por allí...
Curiosidades del destino, al Málaga en la época reciente le tocó vivir anécdotas singulares que confluían lo extradeportivo con lo que ocurría dentro del verde. La incertidumbre vivida con el Reus es el último episodio de una serie intensa. De inaugurar un estadio fastuoso a ver cómo celebraban una Liga en Martiricos, pasando por comprobar de primera mano cómo se sentía una población en vísperas de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Historias que dan para una novela.
Un convidado de piedra que comenzó el 21 de mayo de 2017. El Real Madrid no falló en la cita y se impuso por 0-2 al equipo que dirigía Míchel, que venía de hacer una gran recta final de campeonato. Los de Zinedine Zidane sumaban el primero de los títulos, que estaría precedido por la Champions League conseguida en Glasgow para firmar una temporada histórica. La Rosaleda fue testigo de una celebración donde el Málaga tuvo que aumentar la seguridad ante una hipotética invasión de campo en la celebración de los futbolistas y donde se enfrentó a un proceso logístico complejo por la relevancia del suceso. Por ejemplo, centenares de periodistas se desplazaron a la Costa del Sol para contar en vivo y a todo el mundo el festejo blanco.
El club de Martiricos también fue un invitado de lujo en la inauguración competitiva del Wanda Metropolitano. Un fastuoso campo, vanguardista y que este año albergará la final de la Champions. Por entonces no estaba acabado de construir pese a los meses frenéticos de trabajo para llegar a tiempo al estreno. Hay un dato llamativo y es que el propio Míchel fue el primer técnico en dar una rueda de prensa en el estadio, en una instalación que, por entonces, aún no estaba en las mejores condiciones. ¡El equipo se duchó con agua fría! Cayó el Málaga con un solitario gol de Griezmann en una campaña que ya iba cuesta abajo, aunque ofreció una buena imagen como equipo.
Por si la visita al Camp Nou no fuese compleja per se, el club de Martiricos vivió una experiencia inusual. 20 días después del Referéndum de Independencia de Cataluña, el gobierno central dio el aviso para aplicar el artículo 155 de la Constitución Española, con el que tomaba el mando de la Generalitat. La Ciudad Condal estaba atestada, reivindicándose frente a la estrategia llevada a cabo por el entonces presidente Mariano Rajoy. Hubo amago de suspensión del choque, algo que no ocurrió. Hay una anécdota curiosa y es que la expedición malaguista llegó más tarde de lo previsto al estadio al encontrarse con varias manifestaciones. Finalmente se disputó el partido y el Málaga cayó por 2-0, con polémica en el primero de los tantos.
El Reus, el último escenario anómalo
Hasta que no apareció la sentencia del Juez de Disciplina Social, no hubo certezas de que el Málaga-Reus se fuera a disputar, aunque ahora llega la postura de la AFE y los jugadores. Una situación delicada para los catalanes, pero inesperada para el club de Martiricos, expectante ante la situación de los rojinegros. Los malagueños esperaban la decisión porque de no disputarse tendría que tomar otro procedimiento. Lo primero buscar un rival para un amistoso de cara a no perder ritmo, el equipo no juega desde el 22 de diciembre. Lo segundo, ver la manera de devolver la entradas a los aficionados, así como buscar una solución para paliar las pérdidas en un encuentro declarado por el club blanquiazul como Partido Solidario.