Axel Werner (Rafaela, 1996) eligió al Málaga el último día de mercado como plataforma para volver a la élite. "Es un proyecto que me tiene muy motivado, vengo con las aspiraciones más altas", decía de viva voz y con firmeza en sus primeras palabras como blanquiazul. El argentino cruzó el charco para enrolarse en el Atlético de Madrid en el verano de 2016 desde el club de su ciudad. La apuesta colchonera, cifrada en 800.000 euros, fue alta por un portero con notables cualidad y que también estaba bajo el radar del Manchester City. En La Rosaleda parte en la última línea de parrilla, situación inversa a su llegada al Huesca, aunque el internacional ya se conoce el paño.
Situación parecida a la que vivió en la capital de Madrid, aunque con competencia de más nivel. Partía por detrás de Oblak y Moyá. Creció al lado del esloveno, que pasó a ser su referencia tras su predilección por Buffon y Neuer. Se ganó la confianza de Diego Pablo Simeone, que alabó su trabajo en la sombra. "Creció mucho desde que su llegada. Cuando apareció la posibilidad de Moyá para poder salir confiamos en el crecimiento que estaba teniendo él. En ese crecimiento de Axel estamos", decía el Cholo pocos días después de hacerlo debutar en Europa League (acabaría levantando el título) frente al Lokomotiv: "No creo que las oportunidades aparezcan por casualidad, sino por causalidad".
No reparó el entrenador argentino en halagar la actitud de Werner cuando los minutos no llegaban. "Este chico, cuando viajamos para jugar ante el Levante, viajó en tren a ver el equipo sin estar convocado; cuando jugamos en Valencia, cogió un AVE y se fue a ver al equipo como un hincha más, cuando jugamos en Sevilla lo mismo... Son detalles que van gestando este tipo de oportunidades", reconocía el chamán rojiblanco. Reconocida también es la fotografía que compartió el protagonista en Rusia apoyando a Argentina en el Mundial del pasado verano, con el que internacional en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
14 partidos en el fútbol profesional en el Rafaela le bastaron al Atlético de Madrid para invertir casi un millón de euros en el portero. Su primera cesión fue en Boca Juniors, donde no tuvo mucha continuidad. No obstante, sí tuvo un momento culmen en su instancia en La Bombonera. Más allá de la consecución de la Superliga argentina, su debut como 'xeneize' tuvo lugar en un Superclásico. La luxación en el hombro de Guillermo Sara, titular indiscutible, a dos días del partido hizo que el meta malaguista tomara la alternativa. Boca venció en el Monumental por 2-4 y Werner dejó varias paradas de mérito. Una fecha, a buen seguro, inolvidable.