Este jueves 21 de marzo se ha cumplido justo un mes desde que se celebró el juicio entre Abdullah Al-Thani y la compañía hotelera BlueBay por el 49 por ciento de las acciones del presidente blanquiazul y el control de la gestión de la entidad. Cuatro semanas de calma tensa a la espera de que el juez de la causa, el magistrado Ramón Jiménez León, dé a conocer su sentencia. A la salida de los juzgados el pasado 21 de febrero, fuentes del caso cifraban entre uno y dos meses el plazo estimado para recibir la sentencia.
Al-Thani basó su declaración ante el juez en reiterar una y otra vez que dio poder a Ghubn y Shatat para “administrar el club”, por lo que "no sabía del acuerdo de intenciones” para vender parte de sus acciones, ni del documento posterior del CSD que acreditaba tal venta y del que después no se informó a BlueBay. En base a ello, la defensa solicitó la desestimación íntegra de la demanda y la nulidad del acuerdo de compraventa que ha llevado a ambos bandos a los tribunales.
La hotelera, en cambio, insistió en sus argumentos y en los documentos de compraventa rubricados para reclamar el 49 por ciento de las acciones del jeque y el control del club.
Durante el juicio testificaron Moayad Shatat, unas de las llaves del proceso; Gonzalo Hervás, Raúl de Francisco Garrido y Luis Sánchez Pérez. Shatat sí reconoció durante su declaración haber firmado el acuerdo de intenciones que recogía todos los detalles de la compraventa del 49 por ciento de las acciones de Al-Thani. "Hubo problemas con pagos a los jugadores y Hacienda y UEFA nos estaba presionando para que vendiéramos a algunos jugadores. Estuvimos trabajando en el club con el equipo que existía y dábamos la bienvenida a cualquier persona que pudiera ayudar. Jamal Satli Iglesias estaba entre esas personas. Venía a darnos asesoramiento. Él y su equipo entraron para ayudarnos a sobrevivir", afirmó.
La familia Al-Thani y BlueBay aguardan con cierta impaciencia la resolución del magistrado Ramón Jiménez León. Ambas partes esperan conocer cuanto antes quién gana el primer duelo de esta batalla judicial a la que aún pueden quedarle unos cuantos capítulos.