El uno a uno del Málaga ante el Nástic
Tres puntos más y un partido menos. Es la mejor lectura que se puede sacar de la victoria del Málaga ante el Nástic, un triunfo importante pero algo insípido por la forma en que consiguió. Hasta ocho cambios hizo Muñiz en la alineación, pero a nivel individual ningún jugador destacó sobremanera este domingo en el Nou Estadi de Tarragona. Analizamos, uno a uno, el papel de los futbolistas blanquiazules frente al Nástic.
Kieszek. Sobrio y seguro, como siempre que Muñiz ha tenido que recurrir a él cuando Munir se ha marchado con Marruecos, el polaco dio confianza a los defensas a la hora de salir por alto y también estuvo bien en lo que se refiere a no conceder segundas jugadas. Con él el equipo gana siempre.
Cifu. El granadino volvía a la titularidad por la sanción de Iván Rodríguez, y ante el Nástic no fue su mejor tarde. No dio sensación de seguridad por su carril y en ataque tampoco estuvo preciso en casi ninguna acción.
Luis Hernández. Partido serio del madrileño, firme y sin sufrir demasiado. El Nástic llegaba mucho por los costados, pero el centro de la zaga del Málaga estuvo bien.
Diego González. Ocupó el lugar de Pau Torres y fue uno de los mejores del partido. El chiclanero, sin alardes, cortó varias jugadas peligrosas del Nástic y acompañó de la mejor manera posible a Luis.
Ricca. El uruguayo no pasa por un buen momento. Pipa le volvió loco por esa banda durante todo el partido, viéndose superado constantemente y sin capacidad de reacción.
Iván Alejo. De los peores del equipo ante el Nástic. Su primer partido generó una expectación que luego no se ha cumplido. El Málaga necesita que el extremo pucelano aporte más tangibles, goles y/o asistencias.
Erik Morán. Demuestra buen manejo del balón y sabe leer el juego, pero en las transiciones y a la hora de ayudar en tareas defensivas le cuesta más. No fue de los peores este domingo en el Nou Estadi.
Adrián González. No estuvo bien el madrileño, que jugó en el doble pivote junto a Erik Morán. Pierde llegada en esa posición, y además estuvo lento en muchos lances del juego, con pérdidas que pudieron costar más de un susto al equipo.
Ontiveros. Llegaba muy justo, recién recuperado de una lesión muscular. Aun así Muñiz le dio la titularidad, pero el marbellí no estuvo bien. Se le vio sin esa chispa que tiene a veces y con la que es capaz de desequilibrar partidos.
Harper. Nada, absolutamente nada del joven delantero de origen escocés ante el Nástic. Errático, sin ser capaz de generar ningún tipo de situación de peligro, está como bloqueado. Pierde una nueva oportunidad Harper, que volvió al once para formar dupla con Blanco.
Blanco Leschuk. Mejor que en partidos anteriores el ariete argentino. Se guisó una ocasión de gol tras una buena acción personal, pero su derechazo se estrelló en el largero. En cualquier caso, el Málaga necesita que rompa esa sequía que sigue atravesando.
Dani Pacheco. Recuperado de sus dolencias musculares, el pizarreño se estrenó como goleador en Tarragona. Desde que salió del banquillo no paró de ofrecerse e intentar hacer jugar al equipo. Debe ser uno de los que tiren del carro en lo que queda de temporada.
Mula. 20 minutos en el campo en los que se desenvolvió por detrás del punta y en los que apenas se le vio.
Lombán. Entró en el 90 para perder tiempo y apuntalar la defensa.