Otro tren perdido
Suena difícil creer que un equipo que a finales de abril lleva más de dos meses sin ganar en casa puede pelear por el ascenso directo. El Málaga sigue teniendo opciones matemáticas, pero la sensación es que le va a ser harto complicado si no se hace fuerte en La Rosaleda. Este viernes tenía una gran oportunidad para tratar de acercarse a los dos primeros puestos, pero sumó un nuevo empate como local. Otro tren perdido, aunque Blanco Leschuk rescatara un punto en el tramo final del encuentro (1-1).
Salía Muñiz con tres novedades en la alineación. Volvían dos de los internacionales, Munir y N'Diaye, y también regresaba al once Iván Rodríguez tras cumplir sanción en Tarragona. El asturiano apostó por un 4-4-2 con Adrián como acompañante de Blanco Leschuk, aunque el madrileño siempre unos metros más retrasado que el argentino.
Arrancó bien el conjunto blanquiazul, triangulando con fluidez en tres cuartos de campo y con una ocasión muy clara en el minuto 4. Ontiveros, escurridizo como siempre por su banda, sacó un pase raso atrás e Iván Alejo entró desde segunda línea. Lo tenía todo para hacer el primero el pucelano, que llegó libre de marca, pero su disparo se marchó desviado. Las llegadas eran del Málaga, al que sigue faltando gol, y el Sporting golpeó en la primera que tuvo, si se puede considerar ocasión el claro penalti cometido por Adrián en el minuto 18. Llegó tarde el madrileño a un duelo con Cristian y el colegiado ni se lo pensó. Pena máxima convertida por Djurdjevic y de nuevo a remar contracorriente en La Rosaleda.
El gol de Djurdjevic lo cambió todo
El 0-1 no pasó desapercibido en el juego. A los de Muñiz se les veía más nerviosos e imprecisos sobre el terreno de juego, sobre todo a Adrián, Erik Morán e Iván Alejo, especialmente erráticos en casi todas sus entregas y acciones. Se empezaba a calentar el partido por ambas partes y no venía mal a Málaga porque la grada se enchufó. El equipo quería, pero las ideas brillaban por su ausencia. Con más corazón que fútbol, el Málaga protagonizó un arreón antes del descanso y tuvo llegadas peligrosas. Pudo marcar Ricca tras una catapulta de Luis Hernández, y poco después un peligroso centro chut suyo fue desviado por Mariño. Faltó calidad y acierto en los metros finales, y el marcador fue un fiel reflejo de ello. El Sporting, sin ser superior en nada, se fue por delante a los vestuarios.
No le sentó bien el receso al Málaga y sí a los asturianos, que a los cinco minutos ya había estrellado un balón en el larguero y dispuesto de un par de ocasiones más. Se salvó el cuadro malaguista de esa embestida, pero le costó volver a encontrarse cómodo sobre el césped frente a un Sporting perfectamente ordenado que olía el peligro cada vez que lanzaba una contra en la segunda mitad. Cuando más tocado parecía el Málaga y la afición pedía "huevos" a Muñiz y los suyos, Pizarro Gómez expulsó al recién entrado Pablo Pérez por una falta por detrás sobre Ontiveros en una contra. Pudo ser excesiva la roja directa, pero el delantero rojiblanco no fue en ningún momento a por el balón sino a derribar al marbellí. Seis minutos duró la superioridad, lo que tardó Diego González en ver la segunda amarilla tras soltar el brazo en una disputa aérea con un Álex Alegría que en cada acción que participaba sacaba algo para su equipo.
Blanco rescata un punto
Se volcaba como podía el Málaga, con coraje. Y el premio llegó en el minuto 82 tras un saque de banda de Luis Hernández, acción que vuelve a dar un gol un tiempo después. Estorbó lo justo Ricca para que el balón llegara a Gustavo Blanco, que con un buen movimiento se la acomodó y batió a Mariño con la puntita de su pie derecho. Después pudo ganar cualquiera. Robin Lod estrelló una falta directa en el palo de la portería de Munir y acto seguido la tuvo Seleznyov de cabeza, pero Mariño sacó una mano salvadora.
El Málaga y el Sporting se tuvieron que conformar con un punto que sabe a menos a los blanquiazules, que perdieron una gran oportunidad para acercarse y meter presión a los dos primeros clasificados. Puntos quedan, nada menos que 30 (y los tres del Reus se sumarán sí o sí), pero el equipo necesita encadenar varias victorias si quiere pelear por el ascenso directo mano a mano con el Granada y el Osasuna. Este viernes no logró dar continuidad al triunfo ante el Nástic con una victoria en La Rosaleda. La sensación es que el duelo del próximo sábado en el Nuevo Los Cármenes puede definir buena parte de la temporada del Málaga, para bien o para mal. O al menos las posibilidades de ascenso directo.
Muñiz, yes el meyor, vuelve al Sporting guaje.
Que equipo más penoso por dios , tener mucha fe de que esta banda de equipo va a subir , vete ya Muñiz .