Una liebre y cinco tortugas
LaLiga 1|2|3 entra en pleno apogeo. 10 partidos con todo por decidir, por arriba y por abajo. En la parte alta está peleando el Málaga, que aún está bien posicionado para luchar por subir. Tres puntos separan a los de Juan Ramón Muñiz del ascenso directo, ocho del liderato. En la cúspide se asienta el Osasuna, el único conjunto fiable de los seis primeros en las últimas semanas. Los de Jagoba Arrasate están siendo una excepción y apenas acumulan un par de tropiezos, consiguiendo ganar con continuidad. El resto avanza como puede, a paso de tortuga, en algunos casos para no descolgarse.
Los de Pamplona ganaron nueve de sus últimos 11 partidos. Los números son contundentes, 28 puntos de los últimos 33. Si se abre un poco más la tijera, se impusieron en 12 de los últimos 15. Cifras muy por encima de la media, que explican de forma sencilla el liderato. El resto que completa el vagón del play off tuvo más traspiés que celebraciones. El Granada, próximo rival blanquiazul, acumula tres partidos sin ganar. Pudiera parecer poco, pero lo comprimido de la tabla le da mayor trascendencia. El Albacete sólo sumó tres puntos en dos de los siete duelos recientes. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, el Tenerife le empató en el descuento. El Dépor tiene dos triunfos en los últimos nueve choques. El Cádiz, que cierra este privilegiado grupo, ganó un encuentro de los últimos cuatro, completando el balance con dos empates y una derrota.
No es mejor panorama el que afronta el Málaga, que, en cierto modo, aprovechó este bajón general para seguir agarrado al cuarto puesto. En los últimos 10 partidos, dos victorias, siete empates y una derrota (frente a Osasuna, precisamente). 13 puntos de 30 posibles se antoja un botín pobre. Especialmente preocupa la dinámica en La Rosaleda, donde no se impuso en los últimos siete encuentros. De hecho, los dos triunfos recientes fueron a domicilio, en el Cerro del Espino y en el Nou Estadi de Tarragona.
