Seleznyov ha perdido ocho kilos desde que llegó
Que a Yehven Seleznyov no le están saliendo las cosas desde que fichó por el Málaga es evidente. Todavía no ha estrenado su cuenta goleadora, y tampoco se le ve adaptado al equipo ni al fútbol español. El delantero ucraniano se está esforzando en todos los sentidos. Trata de aprender el idioma lo antes posible para comunicarse con el cuerpo técnico y con sus compañeros, y desde que llegó está empeñado en recuperar su mejor forma física. De hecho, y según ha sabido este medio de fuentes cercanas al futbolista, Seleznyov ha perdido ya ocho kilos desde que aterrizó en tierras malagueñas a principios de enero.
Esto, como casi todo en la vida, puede tener una lectura positiva y otra negativa. Tomándolo por el lado bueno, es innegable que el ariete está poniendo todo de su parte para ponerse a punto lo antes posible. Además de los entrenamientos bajo las órdenes de Muñiz, Seleznyov se machaca de manera individual por las tardes con sesiones personalizadas que realiza para coger la forma óptima en el menor tiempo posible. El ucraniano compagina entrenamientos funcionales con ejercicios de boxeo, deporte que le gusta practicar de manera habitual. Todo ello y una estricta dieta le ha permitido bajar ocho kilos en apenas tres meses, estando ahora mucho más fino y ligero que cuando llegó. De hecho, en estos momentos está en unos 84 kilos, el peso que tenía cuando mejor rendimiento dio en el Dnipro, llegando a ser máximo goleador de la liga de su país.
Sin embargo, también hay una lectura negativa. Y es que es evidente que Seleznyov no estaba en forma cuando llegó cedido al Málaga allá por enero. El delantero apenas había jugado con el Akhisar turco, club todavía propietario de sus derechos, y se le notaba en la figura. Habitualmente, la intención es que los fichajes invernales lleguen lo más a punto posible para que aporten desde el primer momento, pero al jugador ucraniano le está costando bastante, al principio probablemente mermado por su estado físico y ahora porque no terminan de salirle las cosas sobre el césped y tampoco le ayuda el juego del equipo. Desde su entorno cuentan que el jugador está con muchas ganas de aportar su granito de arena para el ascenso en forma de goles y otras prestaciones. Tiene ocho partidos por delante para tratar de hacerlo, y ahora siente que le acompaña su físico para ayudar al equipo.