Víctor Sánchez del Amo levantó la voz en sala de prensa por el sibilino arbitraje de Gorostegui Fernández-Ortega en el Cádiz-Málaga (1-1). El colegiado señaló muchísimas faltas al conjunto blanquiazul y en una de ellas, más que dudosa, llegó el gol de Aketxe. El entrenador malaguista cree que es muy difícil jugar con tantas interrupciones y considera injusta esa abismal diferencia entre ambos equipos en cuanto a las faltas señaladas. También se quejaron los dos jugadores que comparecieron en zona mixta, N'Diaye y Diego González.
"Ha habido muchísimas interrupciones por muchísimas faltas, no he visto un partido en el que nuestros jugadores hayan cometido el triple de faltas que el rival y eso nos ha perjudicado mucho y nos ha impedido tener continuidad en el juego. Ha sido una pena que tras ponernos por delante no hayamos podido manejar ese resultado a favor. También es verdad que es fruto de una acción a balón parado tras una falta bastante discutida", dijo Víctor en la sala de prensa del Carranza una vez finalizado el encuentro.
El madrileño se refirió a ese criterio dispar del colegiado casi en todas sus respuestas durante su comparecencia: "Ha sido complicado por el aspecto de las faltas, en cualquier duelo, un rival se iba al suelo y pitaba falta, tanto en defensa como en ataque. Nos han creado peligro en situaciones a balón parado, pero a través de muchas faltas, no he visto un partido en el que hayamos hecho el triple de faltas".
Por último, explicó el cambio de Keidi Bare, al que sustituyó porque tenía amarilla y podía ver la segunda: "Como estaba el partido, cualquier situación de otra falta... En todas las jugadas se pedía falta, tarjeta y de todo. La presión del público también juega, los jugadores con gritos sobre el árbitro en cada jugada... Ese fútbol también cuenta, hemos tomado esa decisión para tratar de protegernos, teníamos tres jugadores con tarjeta".
También sintieron esa diferencia de criterio los propios futbolistas sobre el césped. Así lo explicaba N'Diaye: "Tuvimos el balón mucho tiempo y al final nos pitan el triple de faltas que al rival. Tuvimos el 70% de posesión. No es lógico, pero no podemos hacer nada, sólo seguir jugando. No quiero decir cosas porque no quiero estar sancionado, pero a veces es absurdo. Yo prefiero no hablar con los árbitros porque si no me sacan tarjetas y no quiero".
Menos incisivo estuvo Diego González: "Quizá recibimos bastantes faltas en contra, un poco rigurosas, pero sabemos que son decisiones del árbitro y no podemos hacer nada. Si las faltas son constantes te colman un poco la moral, pero debemos aceptarlo y jugar, que es lo que sabemos".