Es Noticia

El pasado malaguista de la estrella de LaLiga Promises

J. M. Noguera

Ibrahima Sow ha sido la gran estrella de una nueva edición de LaLiga Promises. El delantero del Sevilla ha acaparado todos los focos después de mostrarse diferencial. Un físico privilegiado, un olfato especial para el gol, tanto que fue el pichichi del torneo, y también buena técnica. El senegalés llegó el pasado verano al conjunto hispalense, con el que cosechó un bronce en Castellón (en el vídeo superior hay un resumen del partido que él decidió al final). A la capital andaluza llegó después de tres temporadas en el Málaga, donde descolló y saltó al panorama nacional.

Sow recaló en el club de Martiricos en el 2015 procedente del Torreño, equipo de Torre del Mar. El equipo blanquiazul le había hecho un exhaustivo seguimiento y decidió firmarlo para el benjamín. En el Málaga disputó tres campañas: benjamín de segundo año y alevín de primer y segundo año. Un futbolista que siempre iba una categoría por encima a la suya merced a unas características físicas descomunales. Su cima la alcanzó el curso anterior, antes de marcharse. Ganó todo lo que jugó, con unas cifras goleadoras fuera de lo común. Campeón de liga con el Málaga, campeón autonómico con la selección malagueña y campeón de España con Andalucía. Una campaña inmejorable.

En verano decidió marcharse al Sevilla, lo que se tradujo en una mala noticia para el conjunto malagueño. Ibrahima Sow era una apuesta a nivel de club y las expectativas es que aún en categoría alevín perteneciese al Infantil B, incluso con aspiraciones de colarse en el A. Precisamente fue en el que jugó en el equipo hispalense, con el que se acercó a la treintena de goles y donde es uno de los buques insignia de la cantera. Sólo bajó al alevín para disputar el torneo de LaLiga Promises, que precisamente ya había jugado como blanquiazul en 2018.

Gran evolución en Málaga

El joven, de 12 años y 1.75 metros de estatura, tuvo una gran evolución en Martiricos. Ganó habilidad para poder definir con ambas piernas, mejoró en labores defensivas y también en lectura de juego. De igual forma aprendió a utilizar su cuerpo para sacar ventaja de espaldas a portería, algo que le sirve para marcar la diferencia en los últimos metros, donde cuenta con una buena definición de cara a portería. Aunque no sólo actúa de delantero, también se desenvuelve por detrás. También destacan los que trabajaron con él un carácter afable, su buen compañerismo y su ambición por progresar, de un chico que tenía como referencias a Isco y Baptista.

Ibrahima Sow, a la izquierda celebra un gol con el Sevilla y a la derecha, con el Málaga.

Escribir comentario 4 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. Juan

    A mi hijo le pasa lo mismo, es más alto que todos los jugadores, los entrenadores y el arbitro, pero como ha nacido en Sevilla, es blanco y no destaca jugando, pues no pasa nada. ¿Qué pasa?, que tiene que estar mintiendo a la fuerza.

  2. manuel

    Monchi traéte del Malaga ahora a Ontiveros, jugador de calidad con carácter.

  3. Mjdg

    La hipocresía de la gente del futbol es increible, si un chaval trae un papel diciendo que nació ayer, a ellos les vale. Y esto, desgraciadamente, al que más perjudica es al chaval, que se acostrumbra a jugar por "físico" y cuando se iguala la cosa, final de cadete y juvenil, el castillo se desmorona, porque no tienen argumentos futbolísticos, solo saben meter "cuerpo o pierna" y adiós, 17 o 18 años y no ha estudiado ni media hora....

  4. José

    Dentro de tres años cuando el físico se equipare les pasará como a los Obamas