Ningún Al-Thani aguantó el chaparrón

Hubo protesta multitudinaria contra la gestión del presidente Abdullah Al-Thani antes del partido Málaga-Almería. También durante el encuentro, sobre todo en los dos parones que se hicieron en los dos tiempos para la hidratación. Pero ningún miembro de la familia propietaria del club blanquiazul aguantó el chaparrón en primera línea del palco, tampoco en el estadio. Sus asientos estuvieron vacíos. Sólo fueron ocupadas las butacas de los consejeros consultivos de siempre (sin responsabilidad alguna en la gestión) y las de los representantes del Almería. Tampoco hubo políticos en la primera fila. En lugares más intermedios sí se pudo ver a la cabeza de la dirección deportiva (también muy criticada y cuestionada en estos días), esto es Caminero-Juan Rodríguez.

“¡Al-Thani, vete ya!”, se escuchó con bastante contundencia en los minutos 30 y 75, cuando los jugadores de ambos equipos se marcharon al banquillo para beber agua y recibir órdenes técnicas. Los aficionados de los alrededores miraban al palco, pero en el palco no había nadie. “¡Directiva, dimisión!” y “¡Jugadores sí, directiva no!”, continuaron dichos gritos, además del ya repetido en los últimos meses/años: “Estamos hasta los huevos del jeque de Catar”. También hubo cánticos al final, aunque menos intensos.

Vítores a Víctor y a los jugadores

Las críticas a los gestores del club se contrapusieron con los vítores continuados a los jugadores y al cuerpo técnico. Hubo apoyo total a los futbolistas durante todo el partido, especialmente tras el gol del Almería. Y sobre todo al entrenador, Víctor Sánchez del Amo, que se ha erigido como el líder de la afición y único cargo en el club como un mínimo de credibilidad para la masa social.