El ejemplo del Sporting de Abelardo y los guajes
El Sporting de Gijón es el próximo examen del Málaga CF, este domingo en La Rosaleda (12:00 horas). Los rojiblancos saben de buena tinta qué es vivir y convivir con una situación límite. Con más o menos semejanzas, el equipo asturiano sufrió un panorama muy delicado especialmente en la temporada 2014/15. De ahí salió fortalecido, con un ascenso a LaLiga Santander bajo el brazo. Un techo muy alto y casi utópico, pero una lección de supervivencia bajo la tormenta. Hay un hilo conductor con esa plantilla, Luis Hernández, el mismo que daba esta semana su opinión.
Javier Tebas también había avisado por entonces, como ha hecho ahora con el equipo malagueño, que había riesgo de desaparición porque había deudas con la Agencia Tributaria. Se liquidarían totalmente en 2017. El Sporting tenía muchos problemas económicos y se transformó en impagos a empleados, técnicos y futbolistas. Hubo una restricción financiera, el límite salarial bajó hasta 4.2 millones (el del Málaga ahora es cercano 10) y salieron los jugadores de mayor caché. A todo eso se unió una sanción de LaLiga con la prohibición de fichar, por lo que hubo que tirar de Mareo. De todo ello hizo una proeza Abelardo, que había cogido el timón en la temporada anterior de manos de Sandoval.
"Somos el Sporting y nos estamos jugando la puta vida", llegó a decir el entrenador. A partir de todo ese mejunje, y contra todo pronóstico, la plantilla se unió y firmó un curso histórico. Sólo dos derrotas para llegar a la élite. Fue el 7 de junio de 2015, con 3.000 sportinguistas en el Benito Villamarín. Un 0-3 cómodo con goles de Guerrero, Jony e Isma López. Debía coincidir con que el Girona no ganara, que iba haciéndolo en el descuento frente al Lugo hasta que empató Pablo Caballero. El partido frente al Betis había acabado y los futbolistas lo estaban escuchando por la radio. "Es lo más grande que me ha pasado en mi vida", dijo después Abelardo, con el fallecido Quini llorando en el suelo del templo bético. De entonces sólo quedan Pablo Pérez y Carmona. Se mantuvo en Primera y después bajó a la categoría de plata, hasta día de hoy. Un ejemplo de superación, obviando el ascenso, frente a un momento límite.