Remontar, un verbo no conjugado en el Málaga
El Málaga CF tiene todavía muchas asignaturas pendientes este curso. Casi todas se centran en el gol, el origen y el fin del éxito. La convicción del cuerpo técnico es impenitente: creando las ocasiones que se crean y jugando como se juega llegarán los goles y por extensión los triunfos a la buchaca blanquiazul. Pero para ello también el Málaga debe saber sobreponerse a los goles sufridos en contra y tener la capacidad de encontrar alternativas para voltear el marcador cuando este se pone en contra. En las 16 jornadas disputadas el Málaga ha sido incapaz de remontar un solo resultado adverso.
En las 16 jornadas disputadas el Málaga ha sido incapaz de remontar un solo resultado adverso
De hecho, los tres triunfos que por ahora campean en sus registros fueron partidos en los que el Málaga pudo ponerse por delante y gestionar su renta. En Santander (0-1), en A Coruña (0-2) y en casa contra el Oviedo (2-1). Sólo el último puso en jaque el triunfo con un gol postrero. En otras tres ocasiones el equipo blanquiazul se adelantó para acabar empatando (Mirandés, Rayo Vallecano y Zaragoza por dos veces), mientras que sólo una vez pudo empatar tras empezar perdiendo (Las Palmas).
El resto de los partidos acabaron en empate a 0 (Sporting y Fuenlabrada, ambos en casa), o con derrota, siempre por la mínima menos en Huesca, y en cinco ocasiones por 1-0 o 0-1 (Girona, Almería, Albacete, Ponferradina y Alcorcón). Estos datos reflejan que en la gran mayoría de los casos el Málaga ha competido por sumar y ha estado vivo hasta el final en el marcador, pero también que al grave déficit realizador se le une la nula capacidad para remontar y voltear un partido.
