Pasa el tiempo y Málaga CF mantiene la necesidad imperiosa de equilibrar sus cuentas para solucionar los problemas de tesorería previstos para enero o febrero. Richard Shaheen lleva dos meses en la Costa del Sol (en verano estuvo otras dos semanas aquí), pero las soluciones no llegan. En breve se debe producir una nueva reunión con LaLiga, que ante este escenario y si no hay novedades apretará las tuercas todavía más. Y, a todo esto, los Al-Thani están más lejos del foco que nunca.
Ni el presidente ni su familia están en Málaga en estos momentos, ni hay previsión de que vayan a estarlo a corto plazo. Pero, más allá de eso, que ya ha ocurrido en muchas otras ocasiones, llama especialmente el prolongado silencio del propietario (juicio con BlueBay de por medio) y sus hijos con respecto a la situación del club. Las últimas veces que el jeque se pronunció en su canal habitual, su perfil de Twitter, fueron para preguntar al alcalde Francisco de la Torre si estaba jugando con él por el tema de la tercera vía y para anunciar que volvería pronto a Málaga. Ambos mensajes fueron borrados poco después. ¿Por qué? Sólo sabe él o quien pueda ayudarle a gestionar su cuenta. Al margen de eso y en clave malaguista, muchos retuits a la cuenta oficial del club, su pésame (muy bien escrito y en español) por el fallecimiento de Chicano, y poco más. Sí escribe cosas sobre Catar, e incluso se publicaron en su país recientemente unas palabras suyas sobre la selección nacional de fútbol y la Copa del Golfo, que se está disputando estos días.
El silencio del presidente es enigmático y prolongado, como también el de sus hijos. El vicepresidente y consejero delegado del Málaga, Nasser Al-Thani, tampoco da señales en clave blanquiazul desde hace mucho. De igual manera, los consejeros Rakan y Nayef, que era mucho más activo tiempo atrás, no se refieren ahora a cuestiones que tengan que ver con el club. La única que sigue publicando mensajes es Hamyan, presidenta del Málaga Femenino y CEO de La Academia, que suele lanzar tuits prácticamente 'robotizados' felicitando al equipo femenino o al filial tras sus partidos, especialmente cuando ganan.
Parece claro que las soluciones no van a llegar por parte de la propiedad. Al-Thani ha colocado a Richard Shaheen como director general para tratar de enderezar el rumbo institucional, pero si no llegan soluciones a tiempo la deriva parece inevitable. Las instituciones siguen pendientes del Málaga, tal y como han comentado recientemente el alcalde Francisco de la Torre y el consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía Javier Imbroda, pero sin acuerdo entre las partes para una venta del club la única vía de solución pasa por que los gestores actuales reduzcan drásticamente los gastos o consigan una nueva importante vía de ingresos, algo atendiendo a las palabras de Shaheen no ha ocurrido todavía, pues el americano aseguró que cuando hubiera progresos importantes se encargaría de comunicarlo.
Silencio vengativo prolongado en el tiempo para mayor daño al malaguismo y a Málaga en general. Un verdadero personaje siniestro que sigue jugando sus cartas con las armas que le dan el poder.