El problema va más allá del gol: sólo un jugador con más de una asistencia
A estas alturas de la película huelga decir que el Málaga CF sufre una alarmante falta de gol. No hay especialistas, salvo el Pichichi Sadiku, y para ver puerta hace falta rascar y rascar. Cuesta, y mucho, lo que tiene consecuencia directa en la preocupante situación clasificatoria del equipo. Víctor sigue suspirando por refuerzos en la vanguardia, declaraciones altisonantes incluidas. Pero no sólo gol necesita el equipo, también último pase. Futbolistas que tengan la clarividencia para asistir entre líneas o para poner centros de gol. Las estadísticas, también en este sentido, ejemplifican el problema.
De hecho, sólo hay un jugador en la plantilla que acumule más de una asistencia en lo que va de temporada: Renato Santos. El portugués, que no siempre ha sido titular indiscutible para Víctor, parece que vuelve a entrar en los planes del madrileño desde el inicio. Su último pase de gol, ante el Lugo para Sadiku. Renato asistió jornadas atrás a Lombán en Zaragoza y a Adrián González en el primer triunfo del curso para el Málaga, en El Sardinero.
Obviamente, sin gol no puede haber asistente y ambos defectos, por desgracia malaguista, se retroalimentan. No obstante, no deja de ser significativo que sólo haya un futbolista con más de una asistencia en el plantel. Ocho son los jugadores con un único pase de gol -según los datos reflejados por LaLiga- y cuatro de ellos no son precisamente especialistas en este sentido: Ismael Casas, Boulahroud, Luis Hernández y Mikel Villanueva. A estos hay que añadir a Adrián, Keko, Antoñín y Juanpi.
11 pases de 13 goles con posibilidad de asistencia
11 asistencias para 18 goles, aunque hay que tener en cuenta que cinco de esas dianas han llegado desde el punto de penalti. Así, desterrando esos cinco tantos de la ecuación, se puede resumir que el Málaga asistió en 11 goles de 13 posibles. Poco, muy poco, para un equipo que no ve la luz al final del túnel en ninguna de las vertientes a las que se asoma, ya sean deportivas o institucionales. Se habla mucho del gol, y no falta razón, pero la ausencia de buenos pasadores es el enésimo lastre para el Málaga.