La perfecta definición de dar un golpe sobre la mesa

Lo ocurrido este domingo en el Ramón de Carranza es la perfecta definición de un término muy utilizado en el mundo del deporte. El Málaga dio un auténtico golpe sobre la mesa en casa del líder de la categoría, un Cádiz maniatado por el conjunto dirigido por Sergio Pellicer, que sale todavía más reforzado después de un triunfo de mucho mérito que permite respirar y dejar el descenso a cinco puntos.

Salía el castellonense con dos novedades en el once. Los gaditanos Diego González y Tete Morente entraban por Lombán e Hicham y eran titulares en su tierra. El extremo salía de inicio por primera vez desde que llegó en el recién finalizado mercado de invierno. Los primeros minutos fueron de mucha pelea física, de tanteo y respeto. El Cádiz estaba cómodo sin balón, es su juego, esperar algún desajuste para penalizar en las transiciones. Pero esa idea también gusta a Pellicer, de ahí que no hubiera un dominador claro, sino dos equipos bien cerrados atrás que tenían la clara intención de buscar la portería del rival de manera directa, en pocos toques y primando la verticalidad. Así hasta que se empezó a calentar el partido, brecha en la cabeza de Ismael Casas y varios amagos de tangana incluidos.

La primera llegada peligrosa para los blanquiazules fue al borde del 40'. De hecho, llegó a marcar Adrián tras recoger un rechace en el área, pero tras la revisión del VAR Pulido Santana anuló el tanto por una presunta falta previa de Sadiku sobre Cifuentes, que salió en falso. Terminó la primera parte mucho mejor el Málaga, pero el resultado al descanso era de gafas (0-0).

Otra vez Adrián

Se la 'devolvió' el videoarbitraje al equipo malaguista. Minutos después de la reanudación, Espino cortó un balón con la mano en un lance con Tete Morente. No lo vio el árbitro de primeras, pero cuando se paró el juego fue avisado desde el VAR para que viera la acción en el monitor a pie de césped. Tardó un segundo en decidir que era penalti, pena máxima lanzada y convertida por el capitán Adrián.

Seguía siendo mejor que el líder el Málaga, que jugaba con mucha confianza en un Carranza que trataba de alentar a los suyos en busca del empate. Juanpi, tras un robo en tres cuartos de campo, la tuvo para hacer el 0-2 pero tardó a la hora de decidir y la contra acabó en nada. El venezolano fue el el primer sustituido, dejando su lugar a Dani Pacheco, que lo primero que hizo fue conectar un potente disparo desde fuera del área.

Despertaba el Cádiz con más empuje que fútbol, pero consiguiendo meter atrás al Málaga, y eso no era buena noticia. En una de esas, Nano Mesa pidió airadamente un penalti de Diego González, pero el colegiado vio el lance desde muy cerca y amonestó al delantero por fingir. No tocó balón el central malaguista, pero para el árbitro el contacto no fue suficiente para que fuera pena máxima y el VAR no entró a cambiar la decisión de Pulido Santana. Apretó el Cádiz en el tramo fina, pero supo defenderse el equipo, demostrando un gran compromiso y consiguiendo tres puntos de oro en el Carranza, el estadio del líder de la categoría.