'El señor de los banquillos': el obituario de Javier Souviron

"Desde hace años que dejé el fútbol he procurado mantenerme lo más alejado de este deporte por muchos motivos personales.

Esta noche ha sido una noche dura de trabajo, me he venido con el amargo sabor de ver la pura realidad de esta enfermedad que está intentando sacar lo mejor de nuestros conocimientos y se está llevando a nuestra historia, a muchos de nuestros mayores, aquellos que lucharon en las épocas más difíciles.

Hoy se han juntado esa sensación dura y el mensaje de un amigo desde Madrid: ”Mi padre ha fallecido”. En ese instante se me han venido a la memoria, quizás, mis mejores años de trabajo en el deporte, en el fútbol.

Don Joaquín Peiró ha dejado de existir físicamente, por desgracia para mí y para ese grupo humano que supo crear.

Don Joaquín tenía unas grandes cualidades como técnico, pero yo me quedo con lo que consiguió hacer en el día a día en el vestuario.

"Dejadme que por un momento me haya puesto mi chándal viejo y usado de Málaga y recuerde a este hombre que supo ser mi jefe, mi padre y mi amigo"

El mejor ejemplo era cuando viajaba o nos concentrábamos antes de los partidos, su familia deportiva se reunía en la mesa a la hora de la comida, como una familia normal, alrededor del padre y él callado veía a su grupo bromear, reír, comentarios del equipo, del rival....y lo más importante nos escuchaba. Nos hacía sentir parte de un proyecto, nos hacía partícipe de un trabajo, nos hacía cada uno en nuestra parcela... importantes.

Para mí su pérdida, muy dolorosa aunque esperada, no va a borrar de mi memoria tantas anécdotas de este caballero del deporte y de la vida. Nunca le vi hablar mal de nadie y prefirió el grupo a la individualidad y, si tenía que mirar a otro lado, lo sabía hacer para que el grupo se hiciera fuerte.

Para mí la época más dorada del Málaga la ha escrito él, menos dinero, menos fichajes y todos los años nos hacía más grandes.

Mañana volveré a ponerme mi pijama de hospital, pero dejadme que por un momento me haya puesto mi chándal viejo y usado de Málaga y recuerde a este hombre que supo ser mi jefe, mi padre y mi amigo.

Un abrazo Don Joaquín, un abrazo".

Javier Souviron, fue masajista del Málaga durante casi tres décadas y uno de los colaboradores de Joaquín Peiró en el club blanquiazul. Actualmente, aparte de su vinculación profesional activa al ciclismo, es enfermero en el Hospital de la Axarquía.