Joaquín Peiró no se marchó de Málaga por la puerta de atrás, como suele suceder con la mayoría de los entrenadores en el mundo del fútbol. El técnico madrileño, que ha fallecido este miércoles a los 84 años, encontró el merecido homenaje a su legado el 28 de marzo de 2009. Un regalo para él, pero también para el malaguismo que disfrutó de lo lindo con estrellas del pasado y del entonces presente.
Aquel día, Joaquín Peiró volvió al banquillo de La Rosaleda pese a que su última visita fue seis años antes. Esta vez lo hacía como invitado de honor, en un partido amistoso que el Málaga CF había organizado para recaudar fondos por los damnificados por el tornado que azotó la capital en dichas fechas. Un encuentro que, sin embargo, guardaba mucha mística detrás.
Joaquín Peiró, que prácticamente había dejado aparcado el fútbol tras su marcha del Málaga, regresaba con el aura de leyenda. Bajo su mando aquella mañana dominical volvían a calzarse las botas un elenco de estrellas malaguistas que habían conquistado el corazón de los aficionados años atrás. Dely Valdés, Basti, Edgar, Musampa, Valcarce, Contreras, Josemi, Leko, Fernando Sanz -entonces presidente del club-, Alexis, Juan Rodríguez, Sandro, Catanha, Koke, Rafa, Bravo, Litos e Iznata formaron el equipo de leyendas. Su inseparable segundo, Juan Carlos Añón, también estuvo custodiándole en el banquillo, como tantas veces hizo en el pasado.
Aquella mañana dominical se pudieron cruzar épocas tan dispares y genuinas como la de Weligton, Eliseu o Duda con la de Basti, Sandro, Dely Valdés o Fernando Sanz
Sus rivales, el Málaga de entonces dirigido por Antonio Tapia. Ese equipo de entonces, en su primer año de regreso a Primera, estaba ofreciendo detalles de solvencia y números incluso de luchar por entrar en Europa, algo que finalmente no se consiguió. Los Weligton, Duda, Gámez, Apoño, Baha o Manolo Gaspar, ahora director deportivo, entre otros, ofrecieron un bonito espectáculo a los 6.000 espectadores que acudieron a la cita benéfica.
MÁLAGA CF: Arnau; Helder, Ibán Cuadrado, Weligton, Rosatto; Cheli, Pere Martí, Apoño, Luque (José Luis, 59’), Adriano, Salva. También jugaron: Goitia; Jesús Gámez, Lolo, Manu, Calleja, Miguel Ángel, Pablo Barros, Eliseu, Nacho, Fernando y Albert Luque.
MÁLAGA DE PEIRÓ: Contreras; Josemi, Fernando Sanz, Alexis, Valcarce; Edgar, Miguel Ángel, Sandro, Musampa; Catanha y Dely Valdés. También jugaron: Rafa, Litos, Bravo, Iznata, Leko, Juan Rodríguez, Fernando Sanz, Koke y Basti.
Árbitro: Melero López (malagueño). Sin amonestaciones.
Incidencias: Unos 5.000 espectadores, que dejaron 24.000 euros de recaudación para las familias damnificadas por el tornado que se produjo en Málaga el pasado 1 de febrero. En la tanda de penaltis, ganó el Málaga CF por 3-1. Por el bando local, marcaron Albert Luque, Eliseu y Pablo Barros y falló Nacho; en los visitantes, erraron su disparo Sandro, Bravo y Juan Rodríguez, mientras que Koke convirtió el suyo en gol.
“Hacía mucho que no venía. Ver ahora a todos estos jugadores impresiona. Ha sido muy nostálgico y especial, aunque por la tragedia no ha sido bonito. Me hubiera gustado hacerlo por un título del Málaga. En el banquillo me ha vuelto a hervir la sangre”.
El partido, que acabó sin goles, se resolvió desde los once metros con triunfo por 4-1 de los chicos de Tapia sobre los de Peiró. Y se recaudaron 24.000 euros para la causa.
Sin embargo, el mejor regalo fue el que se llevó al fin Joaquín Peiró, que vio cómo La Rosaleda le brindaba un bonito homenaje a su figura, a su equipo y a su legado. Fue su última (y única) visita desde que dejó el banquillo del Málaga, su último partido en La Rosaleda.