Historias de una cuarentena: Aarón, un debut histórico y una lesión que lo truncó todo
Aarón Ñíguez era uno de los futbolistas más prometedores en el panorama nacional hace algo más de una década. En 2006 se convirtió en el jugador más joven de la historia del Valencia CF, uno de los grandes clubes de España, en debutar en la Champions League. Fue en el Olímpico de Roma y la aventura duró poco más de 25 minutos. "Noté algo raro en la primera carrera, pero podía seguir y al golpear el balón tuve un pinchazo", dijo en ese momento el ilicitano, ahora en el Málaga CF, que notó un fuerte pinchazo en los isquiotibiales del muslo derecho y no pudo continuar. Nunca más volvió a jugar en partido oficial con el Valencia.
"Ha sido muy bonito debutar con el Valencia y más ante la Roma. Ha sido un momento grande para mí", explicaba en aquel tiempo, en el que Quique Sánchez Flores le había abierto la puerta a la élite en un partido sin nada en juego. Aún está vigente ese récord en el conjunto che, que luego dio salida a canteranos de mucho talento como José Luis Gayá, Ferrán Torres o Kang-in Lee. El malaguista lo hizo con 17 años, 7 meses y 11 días. Por comparar, el malagueño Isco se estrenó en la máxima competición continental con 18 años, 7 meses y 3 días frente al Bursaspor en Mestalla.
Una lesión que marcó un punto de inflexión en su carrera a Aarón Ñíguez. Ahora le da valor a las pequeñas cosas tras pasar por un reguero de equipos y probar experiencias diferentes como la de Malasia. "Antes era un chaval que, bueno, tenía talento, despuntaba, iba a la selección. Me divertía pero no le daba importancia o veía lo bonito que era ir a la selección, estar donde estaba, entrenando con el primer equipo, con gente como Joaquín, Villa, Silva, Mata, Baraja, Albelda… Me sentía uno más, pero no le daba importancia tampoco. Desde la lesión, cualquier rondo o estar con el grupo es algo espectacular", dijo en una entrevista en Málaga Hoy.