Silencio en las gradas: enigma para todos, posible impulso para algunos
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Manolo no descarta sorpresas
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Muy pendientes de la Bundesliga
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"En 11 partidos nos estamos jugando el futuro todos"
Lo más extraño de la vuelta del fútbol, ya lo estamos viendo en la Bundesliga, es que la pelota ruede sin aliento en las gradas. Los goles saben a menos, las ocasiones no resuenan tanto y el rival, cuando juega a domicilio, se siente más cómodo. Adiós al factor campo, adiós a los fortines que se evaporan como cenizas en el aire. En el Málaga atienden a todo lo que ocurre en Alemania como ejemplo claro del que sacar un boceto, pero también son conscientes de que hay jugadores que, en contra del sentimiento generalizado, pueden exponer incluso su mejor fútbol en las 11 jornadas que restan. Todos van a ser importantes, las rotaciones se van a multiplicar y cualquier paso adelante será bien recibido.
Seguro que alguna vez han escuchado o leído aquello de que hay jugadores que la rompen en los entrenamientos y, cuando llega la hora del partido, se cohíben. Es el llamado factor psicológico, ese que realza las cualidades de muchos pero oprimen las de otros. "Hay jugadores que posiblemente ahora nos sorprendan a todos, incluso en nuestra propia plantilla, porque quizá se vean más sueltos con menos carga psicológica y que en un momento dado den un saltito que quizá nos sorprenda", señaló recientemente Manolo Gaspar. Pudiera ser que algún futbolista encuentre en este extraño final de temporada el impulso definitivo para soltar todo lo que lleva dentro.
El horizonte está por explorar y, si bien es unánime el sentimiento de que el fútbol sin público es como un huevo sin sal, puede que algún futbolista termine por sacar la cabeza en una situación distinta para todos. En Alemania llueven los goles, sólo se ha dado un 0-0, y son muchos los nombres que se han convertido en protagonistas desde que volvió el fútbol. Algunos, 'desconocidos' en el primer tramo de la competición. Es la otra cara, la única que quizá pueda tomarse como positiva, del aspecto deshabitado de las gradas.