Sadiku enseña el camino a Orlando Sá

Como suele ocurrir con cada fichaje, la letra pequeña nunca pasa desapercibida. Como un contrato que estrujas hasta el último detalle, cuando un futbolista aterriza en un equipo se le estudia cada pasaje de su carrera. Tanto por el club como por la afición, ningún jugador se escapa al elogio o a la crítica. Una vez confirmado el fichaje de Orlando Sá por el Málaga, un jugador de demostrada capacidad goleadora y que llegó a ser internacional absoluto por su país, rechina entre la afición el hecho de que lleve sin disputar un encuentro algo más de un año y cuatro meses por culpa de una lesión importante en el tendón de Aquiles. Busca en Málaga la oportunidad de reencontrarse consigo mismo como hizo su antecesor, Armando Sadiku, que quizá algunos no lo recuerdan pero dejó atrás una grave lesión de rodilla meses antes de llegar al Málaga.

Es importante destacar que Orlando Sá no ha estado lesionado hasta ahora, ni mucho menos. En enero volvió a entrenar, de hecho estuvo concentrado con el equipo belga en el parón invernal en Catar. Pero después no contó para el entrenador y llegó el parón por el coronavirus, que directamente acabó con el fútbol en Bélgica. No hubo regreso, y la competición quedó cancelada. En total, estuvo parado un total de 246 días. Por hacer la comparativa, Sadiku no vio césped durante 169, aunque sí es cierto que el albanés volvió a competir -cedido en el Lugano media temporada- antes de recalar en el Málaga.

Orlando Sá estuvo parado un total de 246 días por la lesión en el tendón de Aquiles

Sea como fuere, el máximo artillero del cuadro blanquiazul la pasada campaña (13 goles) le ha enseñado el camino de la resurrección, si se permite la expresión, a un Orlando Sá del que sólo hace falta echar un vistazo a los vídeos que nos proporciona la red para entender el fútbol que puede aportar. Gran remate en el área, definición con ambas piernas y potencia en la carrera. En febrero de 2018, el Henan Jianye pagó casi cinco millones de euros por él. Por algo sería. Un delantero que en cierta medida se parece a lo que es Sadiku, con el que comparte la diversidad de equipos en sus carreras y uno en común: el Legia de Varsovia. Como Sadiku, Orlando Sá quiere recuperar el tiempo que las lesiones le han obligado a perder.