El periodo de apreturas que lleva padecido el Málaga CF en los últimos meses le ha permitido conocer las normas mejor que nadie. Pero no sólo las del salario liga y todas su derivadas (como la que evitaba el descenso administrativo al haber estado tres años de los últimos cinco en Primera), también las del reglamento. En el seno del club y del vestuario llevan bailando con fuego desde el curso pasado y todos los movimientos durante los partidos están perfectamente escrutados y fiscalizados por el delegado Josemi y por el cuerpo técnico de Pellicer. La previsión extrema forma parte de la rutina del club día a día, y ahora las estrecheces generadas por la pandemia provocan que otros equipos no tengan más remedio que hacer lo mismo. Claro que también se pueden tener errores, como el de bulto que ha cometido hoy el Alcorcón en su partido contra el Zaragoza.
El club alfarero ha incumplido una normativa tatuada en el banquillo blanquiazul y ya archiconocida por la afición malaguista, la que alude al mínimo de siete jugadores con ficha profesional sobre el terreno de juego durante un partido. Mere Hermoso, entrenador del anterior rival del Málaga, juntó en el campo a cinco jugadores con dorsal del filial: Castro, Bravo, Barbero, Arribas y Sosa y a sólo seis profesionales. Una situación de alineación indebida que perduró entre los minutos 73 y 82, cuando se enmendó el error. De este modo, tras acabar el partido 0-0, el Zaragoza puede ahora denunciarlo para hacerse con el triunfo por 0-3 en los despachos. Tienen las de ganar, ya que esta situación no obedeció (o al menos no se notificó así) a los efectos del COVID-19, en cuyo caso sí se hacen excepciones.