Jozabed Sánchez no vuelve este sábado a un estadio cualquiera. Para él, Vallecas representa su eclosión en el fútbol español. En el Rayo Vallecano se mostró al mundo, sobre todo en una temporada sensacional, la 2015/16, que sin embargo terminó con los huesos del conjunto vallecano en Segunda División. Jozabed, jugador llamado a ser determinante en el Málaga CF, llegó sin hacer ruido al Rayo tras un buen año en el Jaén en la categoría de plata. Con Paco Jémez como jefe del vestuario, Jozabed vivió un año de adaptación -sólo 12 titularidades y dos goles- para ayudar a abrochar una gloriosa undécima plaza para el conjunto madrileño. Al año siguiente, la rompió.
Jozabed dio un paso más, clave en su carrera, y encontró su espacio dentro del atrevido sistema de Paco Jémez. Ocupando un espacio en la medular, con libertad de movimientos y asomándose al área rival. Así enseñó que es un futbolista con llegada, también con un buen disparo desde la larga distancia. Se acostumbró a asombrar y a marcar, hizo 10 tantos en aquella temporada y la mayoría de ellos se concentró en un tramo de la competición. En 10 jornadas, de la 14 a la 24, hizo siete de ellos. Marcó a equipos como FC Barcelona, Real Madrid, Villarreal, Valencia o Real Sociedad. Poca broma.
Aquel Rayo jugaba con el malagueño Raúl Baena como stopper y dos futbolistas dinámicos, Jozabed y Trashorras, por delante. Fútbol atractivo el de ese Rayo, que sin embargo se vino abajo en una recta final de temporada que también se notó en Jozabed en el plano individual. No obstante, cerró el curso con un tanto en la última jornada, pero el Sporting hizo los deberes ante el Villarreal y el Rayo terminó en Segunda. El Fulham se hizo con Jozabed, que tras experiencias no demasiado gratificantes busca en Málaga recuperar ese fútbol que apasionó a Vallecas. Puede empezar, precisamente, haciéndolo en un estadio que a buen seguro le trae gratos recuerdos.