El jardín de la alegría

Sin tiempo para el paladeo de otro triunfo de mérito pese a la hora de propina para ahorrar luz, el jardín de la alegría de La Rosaleda vuelve a acoger otro juego. El Málaga CF recibe al Mirandés agarrado a su filosofía de humildad por bandera, pero sabiendo que, por muchos diques que se traten de poner a la ilusión, hay expectación por ver de nuevo a los chicos de Pellicer. Hay ganas de más en el malaguismo. El personal está fidelizado y disfruta aun sufriendo, porque el equipo blanquiazul está sabiendo optimizar sus goles y gestionar sus exiguas rentas. Está forjando su identidad de equipo solidario atrás y vertiginoso arriba, que encuentra las cosquillas al de enfrente y que cambia de registro según se tercie. Un Málaga trabajado, con talento y con el flow de un buen grupo.

Será el segundo partido de la semana en La Rosaleda ante un Mirandés que viene de perder contra el líder, pero que, pese haber sufrido una profunda revolución y tener una plantilla justa, está dando guerra lejos de Anduva. Es otro registro diferente al del Zaragoza y el Sporting, y Pellicer ya dio las pautas para afrontarlo: humildad y exigencia. Y trabajo. Trabajar, trabajar más y trabajar mejor. Y todo en La Rosaleda, donde el Málaga está aún imbatido y ha logrado 7 puntos de 9. El templo es fortín aun sin fieles, y es ahí donde se construyen los objetivos.

¿Rotaciones? Habrá pinceladas en el once

Cuando las cosas funcionan es mejor no tocarlas. Es un dicho veterano en el fútbol. Pero vigente. Sin embargo, cuando las limitaciones numéricas en una plantilla se hacen más notorias con las apreturas del calendario, las rotaciones siempre son un recurso útil. Primero para dosificar los esfuerzos y las cargas de los habituales, y segundo para premiar el trabajo de los suplentes. Es justo el caso del Málaga CF, con un once más o menos tipo y triunfante en los últimos partidos, pero con una nómina de jugadores que aprietan desde atrás en los entrenamientos. “Bendito problema”, suele decir Pellicer.

El técnico del Málaga dio algunas pistas en la rueda de prensa tras el partido ante el Sporting. “Queríamos darle continuidad a la gente de ataque porque estaba fluyendo. Pero en los próximos partidos van a aparecer otros futbolistas, tanto los que han salido desde el banquillo como los que no han podido participar. Es indudable que hace falta sobre todo por el gran desgaste que llevamos en todos los partidos. Va a haber cambios porque el grupo se lo merece en el día a día”, explicó Pellicer. De este modo, habrá pinceladas renovadas en el ataque blanquiazul ante el Mirandés este domingo.

Así, es muy probable que futbolistas como Jozabed o Jairo Samperio jueguen desde el inicio. Ambos están rayando a gran nivel en los entrenamientos y vienen mereciendo una oportunidad. Son dos de los jugadores más talentosos de la plantilla, llegados en el tramo final del mercado y sin una pretemporada como tal en sus piernas. Necesitaban un periodo para engrasarse y esta puede ser una ocasión pintiparada para que vayan cogiendo sensaciones competitivas. La buena pregunta es de qué piezas prescindir. Caye ya fue dosificado el jueves, y Yanis, que fue el mejor, puede dejar su sitio a Jairo, o el propio Chavarría. Tiene opciones, muchas, Pellicer.

Las otras dos grandes interrogantes se ciernen en la portería, donde todo apunta que se correrá turno para que Juan Soriano debute como malaguista en La Rosaleda; y en el lateral izquierdo, donde Matos y Cristo opositan al puesto si es que Pellicer no repite experimento con Calero a pie cambiado para no correr riesgos con los anteriores. En defensa o en el doble pivote no debería haber cambios, aunque no está de más dejar una puerta abierta a la sorpresa con una posible entrada de Lombán o de Cristian para dar descanso a los más fatigados y actualmente fijos en el once.