Benkhemassa corrió 15 kilómetros ante el Oviedo en Copa

Mohamed Benkhemassa no está teniendo la continuidad deseada en su segunda temporada en España. Ha disputado 14 partidos oficiales, casi los mismos que la temporada pasada (19), pero diversos problemas físicos le han impedido gozar de regularidad y se ha perdido hasta cinco encuentros salpicados por varias dolencias. La última le sobrevino cuando calentaba al descanso del Málaga-Oviedo de liga para salir en la segunda parte. En un mal gesto sintió una molestia en la espalda. Una “lumbalgia” que le hace estar de nuevo ‘entre algodones’.

Benkhemassa había reaparecido días antes tras superar un problema muscular en uno de sus gemelos. Lo hizo con un despliegue físico descomunal ante el Oviedo en Copa del Rey. Un partido que se fue hasta la prórroga y en el que el centrocampista argelino rozó los 15 kilómetros al final del choque. Casi una media maratón. Una barbaridad. Ya en el tiempo reglamentario (98') Benkhemassa había recorrido 11'4 kms con un máximo de 21 Km/h y 650 metros a máxima intensidad. En el extra (31'), en el que se gestó el pase de ronda, completó su hoja de ruta con otros 3,2 kms (al nivel de los jugadores que salieron de refresco) para un total de 14'6 kms, más del 10% de todo el equipo completo (142 kilómetros). Un esfuerzo que debe ser doblemente valorado, no sólo por estar saliente de lesión, sino porque además el duelo estuvo muy condicionado por la lluvia, que limita los esfuerzos aunque el campo respondiera a la perfección.

No es algo nuevo este gran dato individual ya que en un equipo que suele correr bastante, según los datos que mide el software Mediacoach, Benkhemassa es de los que mejores guarismos suele obtener. En Fuenlabrada, por ejemplo, en uno de los partidos más completos del Málaga este curso, el pivote recorrió 11,7 kilómetros en los 95 minutos de encuentro. Además de su despliegue, el argelino se está consolidando como un futbolista completo para la categoría que ha experimentado una notable evolución desde que llegara de manera accidentada al equipo en los últimos días del mercado pasado. Y no sólo a nivel táctico y físico. También parece haber aprendido a medir mejor su fogosidad en los lances individuales después de su expulsión en Ponferrada. Desde entonces sólo ha visto una amarilla, provocando además alguna que otra expulsión. En suma, una mejorada pieza más en una plantilla corta pero equilibrada, y un ejemplo de despliegue como demostró en Copa.