“Echo de menos las ciudades que aún no he visitado”. La ingeniosa frase, leída en redes sociales en tiempos de perimetrajes, confinamientos y miedos, refleja el sentir de una ciudadanía con ganas de volver a viajar. Qué duda cabe que la excusa del fútbol era un empuje más que interesante. Desplazarse para ver al Málaga CF y, de camino, disfrutar de las bonanzas de la ciudad del rival en cuestión. ‘Malaguistas on tour’, como siempre se le ha conocido. Una saludable rutina que este 16 de febrero ha sumado un año suspendida. Fue la fecha en la que la afición blanquiazul se desplazó en masa por última vez para animar a su equipo en territorio ajeno. Hace ya un año de aquel Cádiz-Málaga inmortal.
El equipo de Sergio Pellicer fue capaz de ganar en el Carranza al entonces líder de la categoría gracias a un gol de Adrián de penalti. Sí, de penalti, ¡hasta en eso ha cambiado la vida! Parece mentira, pero aquellos partidos tienen poco o muy poco que ver con los de ahora. Hubo un colorido espectacular, de derbi regional de máxima rivalidad. Las entradas para la zona visitante del estadio se agotaron con antelación, aunque muchos particulares se desplazaron y vieron el encuentro repartidos por la grada. Hubo cánticos lesivos de la parroquia local: “¡Al-Thani, quédate!”, pero todo quedó en eso, en la esencia del fútbol. Fueron bastante 'premonitorios' esos cánticos, por cierto, ya que días después la jueza desplazó de la gestión a la familia catarí...
Lo mejor llegó al final para los cientos de blanquiazules desplazados. Tras el triunfo, cuando ya estaban vacías las gradas del estadio cadista, los jugadores se dirigieron a la zona en la que estaban los malaguistas y se abrazaron entre sí, formando una especie de cadena humana de color rosa (así vistió el Málaga). Enfrente y bastante más arriba, en el segundo anillo, varias centenas de gargantas gritando, saltando y disfrutando del sabor de asaltar el campo del líder al son de "¡Forza Málaga!" (vídeo superior).
Tras el partido de Cádiz, el Málaga disputó tres duelos más con público: ante el Racing en casa, contra Las Palmas fuera, y contra el Zaragoza en La Rosaleda. Pero el del Carranza fue el último desplazamiento de la afición. Ya hace un año y se echa mucho de menos.