Caye Quintana fue uno de los siete jugadores profesionales que afrontó con el Fuenlabrada el que tal vez haya sido el partido más pintoresco, mediático y controvertido desde la llegada del coronavirus a nuestra rutina. Aquel Deportivo-Fuenlabrada se disputó más de dos semanas después de su fecha prevista y envuelto en polémica por el brote que asoló el vestuario fuenlabreño y que obligó a la expedición a permanecer dos semanas confinada en un hotel de A Coruña.
Meses después, en los días previos a la visita del Fuenlabrada a La Rosaleda, el onubense ha recordado lo ocurrido en una entrevista en As: “Fue una experiencia difícil porque estuvimos en un hotel y no se hablaba de otra cosa que no fuera el play off o los partidos. Y nadie se preocupó de la salud de los compañeros que estábamos allí sin tener culpa. Nos obligaron a viajar y pasamos momentos delicados. Fue muy duro estar 24 horas encerrado durante 15 días”. El Fuenlabrada tuvo que jugarse el play off con sólo siete profesionales y perdió 2-1. Uno de ellos era Caye: “Enfrentarte a un Deportivo con dos semanas de inactividad encerrados en una habitación de hotel era complicado. No pudimos entrar en el play off por un gol en el último minuto. Fue una experiencia mala, pero de todo se aprende”.
Aquel fue su último partido con el Fuenlabrada. Curiosamente, el primero tuvo lugar ante el Málaga, club en el que ahora se encuentra a préstamo y con el que se enfrentará a su exequipo por primera vez tras no poderlo hacer en la primera vuelta por sanción –por su roja ante el Lugo–. “En Fuenlabrada no tuve toda la continuidad que hubiera querido porque tuve dos lesiones, una en el tobillo, que me pasó factura unos meses y después al final con el confinamiento, cuando me recuperé tuve otra en el isquio y no acabé de jugar mucho. Guardo buen recuerdo por el tema de compañeros. Es un club que está creciendo mucho, pero no fue una cesión que me ayudara demasiado”, finalizó el ariete blanquiazul.