Un libro y una Rosaleda
En este mundo que se nos está quedando, en el que se celebran días mundiales tan extravagantes como del hombre del tiempo o de responder las preguntas de tu gato (sic), se agradece que se mantengan e incentiven jornadas más sugestivas como el Día Internacional del Libro, que además tiene su justificación histórica. Este 23 de abril se han regalado libros y rosas, y se ha fomentado el saludable hábito de la lectura –¡larga vida al papel!–. El Málaga CF, que presume de última creación literaria enfocada en su extinta sección de baloncesto, regala para el sábado no una rosa, sino muchas. Una Rosaleda. Martiricos, continente todavía sin contenido, acoge un duelo entre el equipo Pellicer y el Fuenlabrada. Ambos quieren huir de la inanimada zona de nadie. El rival parece abocado a ello, aunque aún debe rescatar un pequeño manojo de puntos para salvarse; y el Málaga tiene todavía a tiro la zona noble. Es condición sine qua non sumar los tres puntos para seguir la estela de los buenos en esta novela de aventuras a la que todavía le quedan siete capítulos y quién sabe si epílogo.
Cree Pellicer que de ganar al Fuenlabrada se franquearía la salvación con 52 puntos. Ve el partido como una final, pero no de las dramáticas en las que perder desconsuela. “Son finales que nos van a hacer ganar”, dice. Oltra también le da ese cariz de trascendencia al partido para el rival, aunque no han bajado desde Fuenlabrada para pasear por Calle Larios. Quieren competir. Y hacerlo pese a las bajas, entre ellas la del capitán Juanma, por sanción; o de la Sekou Gassama, que le tiene cogidos los ángulos a Martiricos –ha marcado en sus dos partidos aquí–. Sí viene Mula, niño hecho hombre en La Rosaleda; o Belman, hijo de aquel portero malagueño trotamundos que levantó la Recopa con el Zaragoza de Nayim. No tiene mal equipo el Fuenlabrada, ni mal entrenador, pero esta categoría no espera a nadie y tantos empates (17) lo han dejado atrás.
Posible once
Stefan Scepovic puede ser la principal novedad y no la única del Málaga CF ante el Fuenlabrada. El delantero serbio, que anotó un gran gol el fin de semana pasado en Las Palmas, tiene abierta la puerta del once en la que sería su primera titularidad desde que llegó al club blanquiazul para cubrir la baja de larga duración de Pablo Chavarría. Scepovic ha tenido participación en todos los encuentros desde que estuvo disponible y ahora puede suplir a Caye en el once inicial. Se unen los méritos del serbio y la fatiga acumulada del onubense, que acumula ocho titularidades consecutivas –no acabó ningún partido– y que a priori parte como suplente este sábado.
Pero decimos que no puede ser la única novedad, ya que Escassi está listo para volver al equipo. La presencia del paleño se antoja fundamental para dotar de equilibrio a la estructura blanquiazul. El Málaga ha dejado de sumar sin él más del 70% de los puntos. Luis Muñoz y Josua Mejías seguirán al margen una semana más por prevención. Por lo demás, es perpetua la incógnita de la portería, donde Juan Soriano se ha asentado, pero en la que no se deben descartar sorpresas –la competencia de Dani Barrio en el día a día es muy buena–. Igualmente, pueden volver al once Alexander González en el lateral derecho, y Joaquín Muñoz, que originó la jugada del gol en Las Palmas, por delante. Serían una especie de rotaciones de Sergio Pellicer para dosificar las piernas de algunos futbolistas cara al tramo final, y de camino reactivar a otros que están contando con menos minutos en las últimas fechas. El técnico no tendrá apreturas en esta ocasión con respecto a canteranos al jugar el primer equipo el sábado por la tarde, y el filial y el Juvenil A el domingo al mediodía.