El Málaga reclama al Murcia una deuda de 300.000 euros

En su última comparecencia pública José María Muñoz detalló que el Málaga CF necesitaba -y necesita- satisfacer varios cobros pendientes. Algunos, consabidos como los créditos que debe devolver Al-Thani y otros que desveló entonces como una deuda del Villarreal por el fichaje de Ontiveros. "Y alguno más", terminó diciendo entonces el administrador judicial. Pues bien, uno de esos cobros que el Málaga tiene aún por resolver es el de una deuda que mantiene el Real Murcia con el cuadro de Martiricos por un valor de 300.000 euros. La misma viene coleando desde hace varios años, en concreto desde que el club pimentonero abandonó el G-30 y tuvo que compensar por ello a todos sus integrantes, entre ellos el Málaga.

Entre medias el Murcia entró en proceso concursal y la entidad de Martiricos se convirtió en una de los acreedoras con las que se negoció una quita. El juez concursal estableció un calendario de pagos para abonar la deuda refinanciada que quedaba anulado si la entidad murciana no estaba en Primera o Segunda, pero dicho acuerdo finalizaba en 2019 y el Murcia sigue en Segunda B. Es ahora cuando José María Muñoz ha decidido tomar cartas en el asunto, como adelantó Onda Regional Murcia y confirmó este medio. El administrador judicial se ha puesto en contacto a través de un burofax con el equipo pimentonero para informarle de que prepara acciones judiciales en el caso de que los 300.000 euros no sean abonados.

Una deuda importante y que no es la única que maneja y ha manejado el Murcia desde hace años. Más de una decena de acreedores, entre ellos el Málaga o la propia Liga, tenía el conjunto grana a finales de 2019. Pasado ese tiempo, y rebasado el aplazamiento solicitado por el propio Murcia, en las oficinas de La Rosaleda siguen esperando el abono de los 300.000 euros. Y es que el Murcia, azotado por una situación crítica en sus arcas, apenas está pudiendo hacer frente al pago de las nóminas y vencimientos como los del Málaga que empiezan a ser reclamados.

Cobros pendientes como el reseñado anteriormente del Villarreal por Ontiveros, de cuatro millones en dos plazos, que está supeditado a su vez al pago del Al-Shabab al club castellonense por N'Diaye, una situación que está en manos de la FIFA y que por enrevesada que parezca no deja de ser una práctica habitual en el mundo del fútbol en negociaciones en las que se supeditan pagos al cobro de un tercero si son operaciones que tiene relación entre sí – por ejemplo un porcentaje de una futura venta–.

A su vez, en cuanto a las deudas que el administrador ha solicitado en los últimos tiempos, hay que recordar que requirió al juzgado investigar el contrato de publicidad firmado con BlueBay en 2013 y que, según las pesquisas del propio Muñoz y de la Policía, no se satisfizo en cuanto al pago estipulado de 2,65 millones.