Desplegando el telón

El Málaga CF recibe esta tarde al Girona FC en un partido inadvertido e intempestivo. Antepenúltima jornada de Liga en la que está todo el pescado vendido en Martiricos, que recibe la visita de un cohete. El equipo catalán es el clásico tapado al alza para el play off. Un cuento repetido que suele tener final feliz. Suma cinco victorias seguidas y 25 de los últimos 30 puntos para convertirse en el conjunto más en forma del campeonato y aspirante a la tercera plaza del ascenso por el camino más bacheado. Busca un igual Francisco ante un Málaga relajado que asiste a una nueva transición, en este caso en el banquillo. Pellicer se va a final de curso y, aunque no haya más en juego que la clasificación y el orgullo, se merece irse con buen sabor de boca. Él y su equipo. Porque lo que han gestado no debe atenuarse en una caída que, por más que disguste, es en cierta manera lógica. Han plantado una flor en el barro y no debe pisarse.

Por ello ya se desarma la tercera pata de este proyecto austero en tiempo de entreguerras. El triunvirato administrador-director deportivo-entrenador se queda cojo, pero ya se busca la pieza para conseguir un nuevo equilibrio que ayude a seguir construyendo un proyecto que debe ser algo menos autocomplaciente y algo más exigente. Así deben forjarse los equipos ganadores. De modo que la de esta tarde es la antepenúltima y nos vamos. Luego llegarán el CD Leganés (esperamos con ganas el cartel del partido) y el epílogo en casa ante el CD Castellón (ojalá que con público). Tres partidos en los que el Málaga debe competir porque sus tres rivales tienen algo en juego. Y esto es deporte y los otros competidores merecen equidad e integridad. Luego llegará el turno de echar el telón y fundir a negro la temporada.

Una alineación abierta a sorpresas

Una vez desvelado el misterio del futuro de Sergio Pellicer el Málaga CF afronta los tres últimos partidos de la temporada con la intención de acabar lo más arriba posible, por mera motivación personal y también por el rédito económico que puede tener de cara a la próxima temporada. Ese es plan de partida, aunque es indudable que el Girona, rival este jueves, se juega muchísimo más que el Málaga y eso puede notarse. Por ello, Pellicer buscará un once lo más competitivo posible sin dejar de lado las bajas (Luis Muñoz y Caye Quintana no entrenaron este miércoles y están descartados) y jugadores que pueden llegar 'tocados', contando además con que podría agitar el árbol para dar oportunidades a jugadores con menos minutos o canteranos, como fue el caso de Mini en Oviedo. Así, el once ante el Girona -y los dos que restarán después- están abiertos a cualquier tipo de sorpresa.

Lo que no causará asombro será la elección del guardameta, posición siembre abierta a rotación. Dani Barrio o Juan Soriano se repartirán los partidos que restan, sin descartar que Gonzalo pueda tener una oportunidad de aquí al final como reconocimiento a su labor durante el curso. En el lateral derecho parece tener ventaja Ismael, con Josua y Juande como posibles centrales. Cabe recordar que el venezolano, ya recuperado, no podrá estar el fin de semana ante el Leganés por contrato y eso le daría ventaja para jugar este jueves. En el carril zurdo Cristo aspira a tener continuidad un partido más con permiso de Matos.

Con Luis Muñoz fuera de circulación por una sobrecarga, Escassi haría de nuevo las funciones de stopper escoltado por Cristian y un Jozabed que volvió ante el Oviedo y que mostró tener ritmo competitivo. Opciones aquí también para Mini, que aprovechó su primera titularidad en el Tartiere con una actuación más que aceptable, o incluso -en menor medida, eso sí- para Quintana o Larrubia. Arriba, una vez confirmada la ausencia por lesión de Caye Quintana, Scepovic tendría una de sus últimas oportunidades como titular y, previsiblemente, entre Yanis, Jairo y Joaquín se repartirán las dos plazas que restan en el ataque. La bala de Hicham, a buen ritmo desde hace varias sesiones y que entró en la última lista, también está ahí.