Pablo Guede se prepara para pescar un fichaje en Primera División, vendrá al Málaga si ve que no tiene minutos
El Málaga CF deberá esperar unos días para poder concretar uno de los fichajes que más ansía Pablo Guede. Porque el técnico argentino, aunque satisfecho por las numerosas incorporaciones que se han producido estas semanas, todavía exige más. Evidentemente, Manolo Reina, Juanfran Moreno, Jonás Ramalho, Rubén Castro o Alex Gallar son contrataciones sensacionales, y que permiten elevar considerablemente el nivel de la plantilla, pero cree que aún necesitan ese puntito que termine de asentar el ataque.
De lo contrario, cree que se quedan un poco cortos, y si hay una demarcación que insiste en mejorar es la de mediapunta. Cree que necesitan a un enganche con la calidad y la clase suficientes para decidir encuentros por sí solo, y resolver los partidos en pequeños destellos. Un perfil del que no dispone, pues no cree que Aleix Febas sea donde mejor puede rendir. Y la gran obsesión que tiene entre ceja y ceja es lograr la firma de José Ángel Pozo.
Un objetivo ambicioso, pues estamos hablando de uno de los mayores talentos que el fútbol español sacó en su día. Era la gran esperanza del Real Madrid, pero el Manchester City se lo robó cuando cumplió los 16 años. Llegó a debutar en el primer equipo de la mano de Manuel Pellegrini, y aunque su carrera no haya sido como muchos podían imaginarse, lo que no se puede discutir es que sigue teniendo unas condiciones brutales.
Hace unos años ya fue de los futbolistas más destacados en LaLiga SmartBank, cuando defendía los colores de la UD Almería, y se ganó su traspaso al Rayo Vallecano. Allí pudo cumplir su sueño de jugar en LaLiga Santander. Sin embargo, en el pasado mes de enero se marchó a préstamo a Catar, pues no tenía minutos con Andoni Iraola. Regresó hace unas semanas, pero su situación no ha cambiado, o eso parece según las últimas palabras del técnico rayista, aunque Pozo quiere esperar antes de tomar una decisión.
Si durante las primeras jornadas de competición Pozo no tiene minutos, acabará en La Rosaleda, ya que es una vía de escape que parece convencerle.
Guede le estará esperando con los brazos abiertos.