Las píldoras de Pellicer: autocrítica, el error de Rubén Castro y echar de menos a Ramón
El Málaga desperdició una oportunidad de oro para recortar puntos al objetivo de la salvación. Sergio Pellicer vio a su equipo jugar un partido que ya se esperaba. Así lo dijo en rueda de prensa. Sabía que el Huesca iba a ordenarse e incomodar con líneas juntas y un fútbol trabado. "Lo esperábamos, salimos muy atenazados y es difícil jugar en este contexto, nos faltó fluidez".
El Málaga echó en falta muchas cosas más: "Paciencia, juego entre líneas, precisión en los centros... No hemos entrado bien en el partido. Hay que ser autocríticos, sobre todo en la primera parte, porque no asustamos al rival. En la segunda tuvimos más corazón y energía", analizó Pellicer, cabizbajo, pero manteniendo su discurso de persistencia, del famoso y manido partido a partido.
"Necesitábamos ganar y era un día muy señalado. Con el recibimiento, el récord de asistencia.. eso nos generaba ilusión y está claro que es un golpe duro. Tenemos que mirar el partido de Ponferrada. La situación sigue estando muy difícil. Hay que tener la situación muy clara, pero no nos queda otra que seguir luchando", continuó Pellicer.
El penalti de Rubén Castro: "Rubén es una leyenda y se ha visto en miles de situaciones, pero hay que levantarse, no hay más. Lo falla quien lo tira. Esperemos que en Ponferrada pueda quitarse esta espina. El más jodido es él".
Echó de menos a Ramón: "Estábamos fluyendo a nivel ofensivo y defensivo y está claro que habíamos encontrado al mejor Ramón. Vamos a pensar en que vamos a recuperar a otros, porque perdemos a Luis Muñoz por tarjetas. Le echamos de menos, está claro, pero estoy convencido de que en Ponferrada jugaremos mejor que hoy".
El cambio de Chavarría: "Ha sido él quien me ha pedido el cambio por una sobrecarga en los isquios y yo me he enfadado porque hemos agotado una ventana. En principio no ha habido nada más, vamos a esperar y a tocar madera, pero esperamos que esté en Ponferrada".
Su estado anímico: "Yo intento mantenerme en una burbuja. Viendo el recibimiento se nos saltaban las lágrimas. Intento estar en un zulo, focalizado en mi gente y preparando el siguiente partido, sabiendo la gran responsabilidad que tenemos. Si hay alguien que piense que vamos a bajar los brazos, se equivoca".