Dioni invoca su momento de inspiración final
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La baja de Roberto empuja a Dioni a ser más nueve puro que de costumbre ante el Mérida
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Tras siete partidos sin marcar y lejos de sus números, Dioni está ante una gran oportunidad de romper la ansiedad goleadora
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El colmo del Málaga: el gol se congela y Roberto será baja
El equipo le necesita. Él lo necesita. El malaguismo le espera. Es el momento de Dioni Villalba, que este domingo está llamado a volver a la titularidad después de cinco partidos consecutivos siendo suplente. En una jornada donde se esperan cambios e incluso seguramente bastantes más de lo habitual, sería extraño no verle en la punta de ataque contra el Mérida.
La baja de Roberto por haber visto la quinta amarilla obliga a Pellicer a cumplir con la idea que expuso hace unos días en una de sus comparecencias, donde deslizó que es el momento de acercar a Dioni más al área. Sobre todo cuando los rivales se encierran en bloque bajo.
Decía Michel Platini del mítico Roberto Baggio que no era ni un nueve ni tampoco llegaba a ser un diez, más bien "un nueve y medio". Salvando las distancias obvias, el malagueño está siendo esta campaña esa especie de nueve y medio, más cercano a segundo punta que a un nueve al uso, sin llegar a ser mediapunta. Le gusta bajar a recibir hasta el medio centro, jugar de espaldas, caer a banda y participar en la creación en tres cuartos de campo. A lo Benzema, dicho sea de paso, uno de sus referentes.
Pero, de manera contraproducente, pierde oportunidades de gol al vivir más alejado de la portería rival. Tampoco han sabido encontrarle en muchas ocasiones. En otras no ha estado fino para definir. Así, Dioni suma siete goles esta temporada (contra Atlético Baleares, Recreativo Granada tanto en la ida como en Los Cármenes, Recreativo de Huelva, Melilla, Ceuta e Ibiza).
El último queda algo lejos, el de penalti que dio la victoria en La Rosaleda contra el cuadro ibicenco. A estas alturas de la temporada pasada, faltando cuatro jornadas, ya había metido los 14 goles con los que ayudó a la permanencia del Atlético Baleares.
Precisamente allí, pero en la temporada anterior (2021/22), vivió una gran racha en el sprint final de la competición. Anotó cuatro goles en las últimas cuatro fechas. Aquella campaña sumó 17 tantos en Primera RFEF más uno en Copa. Ese nivel de inspiración es el que persigue en Málaga, donde está lejos de sus números de antaño.
Antes, en la Cultural Leonesa, en la 2020/21 hizo diez tantos (uno de ellos en Copa) y en la 2019/20 convirtió trece. Es decir, Dioni lleva marcando diez goles o más desde la temporada 2018/19, cuando emigró sin éxito al Lech Poznan de Polonia. Antes de eso vivió su mayor idilio con el gol: 24 y 21 goles en Segunda B en sus dos temporadas con el Fuenlabrada entre 2016 y 2018.
El brillo está por subir
El ataque del Málaga está con el brillo bajo. Es demasiado previsible, no tiene chispa ni da sensación de asedio. Pellicer debe encontrar un remedio a tiempo con lo que tiene. Hay demasiadas carencias en los últimos metros, con malas decisiones de último y penúltimos pases y centros poco precisos. No solo deben aparecer los delanteros, sino también los de segunda línea y los extremos.
"Me preocupa no haber conseguido un gol con las situaciones que hemos tenido. Era un partido de más goles. Me preocupa esa finalización y nuestra toma de decisiones. Estoy confiado en que vaya a aparecer ese brillo arriba", dijo el técnico malaguista en Córdoba.
Por otro lado, hay demasiado dependencia de Roberto, que con 14 goles sigue en la puja por ser pichichi de la Primera Federación, aunque no será fácil pillar al azulgrana Pau Víctor (17). Pese a no cumplir con las expectativas en sus guarismos, Dioni tiene la oportunidad de redimirse este domingo contra el Mérida y en las jornadas posteriores. Ya no por su récord personal, sino por la necesidad que el Málaga tiene en el ataque.
Su último gol al Ibiza lo celebró colocándose el balón bajo su camiseta y señalando a la grada, donde su mujer embarazada esperaba a un bebé que estaba a punto de nacer. Ese pequeño malaguista se llama Emmanuel Villalba y nació días antes del Córdoba-Málaga. Su padre, que salió en la segunda parte, no pudo festejar en el césped. Quizá se ha guardado la inspiración para este fin de semana en La Rosaleda. Que vaya preparando el bocadillo de lomo en manteca, por si acaso.
dentro del area... es un jugador muy util, fuera deja de ser peligroso y goleador , pero sabe jugar al futbol, me lo quedo para la proxima temporada