El Nàstic pone una demanda al árbitro de la final contra el Málaga "por negligencia"

Mientras el Málaga ya está de vacaciones con la resaca emocional del ascenso épico del pasado sábado, la polémica sigue alimentado el entorno del Gimnàstic de Tarragona, que se siente perjudicado por el arbitraje del colegiado bilbaíno Eder Mallo Fernández, que, como el equipo blanquiazul, también ha ascendido a LaLiga Hypermotion por su correcta temporada. Una decisión que anunció el lunes el CTA, como también el ascenso a Segunda de Marta Huerta de Aza, primera árbitra principal del fútbol profesional. El club tarraconense ha ido un paso más allá y ha emitido este martes un comunicado anunciando que va a demandar al colegiado "por negligencia".

"El Nàstic informa que acudirá a la justicia ordinaria por el arbitraje del señor Eder Mallo Fernández. La entidad ha recabado pruebas suficientes para demandar al colegiado, al menos, por negligencia. Asimismo, no se descarta, en función de las investigación en curso, iniciar la vía penal", reza el escrito oficial del club catalán.

"Próximamente se informará con detalle de los pasos realizador por el Gimnàstic de Tarragona para defender los intereses y honorabilidad de la Entidad, así como de todos sus accionistas, socios y aficionados", concluye.

Este paso llega tras días donde muchos aficionados y medios de comunicación locales han protestado por lo sucedido en el partido, cuando ganaban 2-0 en el 108 de la prórroga y acabaron sucumbiendo en el último minuto con el empate a dos de Antoñito Cordero.

La controversia estuvo en que el juego se detuvo por la antideportividad que se instaló en el ambiente, cuando los recogepelotas dejaron de actuar y evitaron que la disputa del partido siguiera con normalidad. Parte de la hinchada local gritó con sarcasmo: "¿Dónde están los balones, los balones dónde están?". El árbitro, convencido de que se estaba adulterando el transcurso del juego, paró el partido durante siete minutos amenazando con suspenderlo. Lo reanudó, añadiendo el descuento por el tiempo perdido, y en la última jugada marcó el Málaga en posición correcta.

También hubo quejas en la eliminatoria de ida, primero por el gol (legal) de Roberto en el 1-0 alegando que había dos balones en el campo, pero sabiendo que uno de ellos lo había introducido el jugador Alan Godoy a consciencia a la par que el Málaga sacaba el córner. Otra de las críticas fue por un penalti no pitado a Óscar Sanz por un agarrón, que llegó pocos minutos después de la jugada del penalti a Einar y el 2-1 de Roberto desde los once metros.

El acta del Mallo Fernández con amenazas graves del Nàstic

Mallo Fernández denunció en el acta del partido de vuelta del play off que recibió amenazas de muerte tanto él como sus familiares, además de una agresión del jugador David Concha a uno de sus asistentes y varios incidentes protagonizados por un sector de la grada, que lanzó bengalas al césped y hasta una moneda al portero malaguista Alfonso Herrero.

"Golpean con agresividad nuestra puerta en hasta 24 ocasiones y se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta y gritándonos, entre lo que identificamos lo siguiente: "vais a morir", "sinvergüenzas", "tu hijo va a morir", "ojalá os matéis", "hijos de puta", "que muera vuestra puta familia", "cobardes, hijos de puta". También en varios ocasiones propinaron amenazas de la siguiente manera: "Dar la cara, hijos de puta, que os vais a enterar" hasta 25 ocasiones, según el escrito del colegiado bilbaíno. Seguían los improperios: "No tienes huevos", "tu puta madre" y "te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja" en cuatro ocasiones.

El colegiado subraya que llegaron a "temer por su integridad física, al ver cómo abrían la puerta" y les increpaban mientras que la seguridad del estadio presente les indicó que era "imposible retirar y controlar a esta gente puesto que, según nos dicen, son varios directivos y propietarios del club".

En el acta también se expone la reacción del jugador del Nàstic David Concha, que intentó agredir con una botella de agua a uno de sus asistentes. Tras los incidentes, el colegiado tuvo que salir escoltado por los Mossos D'Esquadra hasta su hotel. Los jugadores implicados y el club se exponen a durísimas sanciones disciplinarias que pueden ser desde el cierre parcial del estadio, multas económicas a sanción de varios partidos sin jugar. Habrá que esperar a la reunión del órgano disciplinario de este miércoles.