Un plan para los regresos de Ramón y Haitam

Iban a ser los "fichajes" de la casa en una temporada que requería de los destellos de ambos en Primera Federación. La mala fortuna se cebó con ellos, dos jugadores con potencial tremendo, pero con un historial lesivo que nubla toda expectativa. Ramón Enríquez (23 años) y Haitam Abaida (22) solo pudieron participar en cuatro ratos mal contados en la campaña del ascenso, pero en el regreso a Segunda confían en volver a tener la continuidad, en primer lugar, y la importancia después. Ya han demostrado antaño que la Segunda no se les queda pequeña.

Ramón tuvo la última recaída en mayo, con una lesión en el recto anterior de su cuádriceps derecho. Haitam sufrió la segunda lesión grave de rodilla en noviembre del año pasado, en un entrenamiento, cuando se rompió el menisco interno y ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Pese a todo, el Málaga sigue confiando en ellos: el de Órgiva renovó hasta 2026 y el marroquí nacido en Barcelona amplió su contrato hasta 2027.

Ya llevan días entrenando con el grupo y son uno más en los entrenamientos, pero sus regresos deben esperar. El club aplicará la máxima cautela, lo próximo es verles de vuelta en las jornadas venideras, entrando en las convocatorias y sumando minutos poco a poco, mientras ganan ritmo competitivo en cada sesión intersemanal. Sergio Pellicer ideará un plan específico con ellos.

"Tenemos con ellos la experiencia del año pasado. Haitam es un patrimonio del club, lo demostró el año pasado en dos ratitos que salió. Tenemos que ir paso a paso, muy poco a poco. Tenemos un plan específico para él y para Ramón, prepararemos un partido para ellos con gente de la cantera. Haitam va a entrar progresivamente. Controlaremos las cargas, ajustaremos al máximo para ir viendo su evolución", explicó Pellicer en 101TV.

Ya en la previa del partido en Ferrol, el técnico castellonense deslizó que van a estar "muy pronto", al igual que Luismi Sánchez, el único fichaje que no ha debutado aún, sin contar con el recién llegado Sergio Castel, que se incorpora a los entrenamientos este miércoles.

Un camino lleno de obstáculos para los dos

Con Ramón, la idea es repetir la hoja de ruta de hace unos meses, en la recta final del campeonato en Primera Federación. Ir metiéndolo poco a poco en dinámica hasta encontrar su punto físico óptimo y, así, evitar nuevas recaídas. Primero, debutó con 44 minutos con el Linares en su reaparición once meses después, se quedó sin participar contra el Ceuta, sumó quince minutos ante el Atlético de Madrid B, media hora contra el Murcia y otros 35 minutos frente al Córdoba. Cuando parecía coger vuelo contra el Mérida, vino la desgracia a los 20 minutos, cuando se retiró cabizbajo, sabiendo que había vuelto a caer.

El caso de Haitam fue más traumático. Su regreso se dio en el campo del Antequera, cuando entró para disputar los últimos diez minutos de partido. Su vuelta a La Rosaleda fue especial con aquel gol al Córdoba (1-1) y la ilusión se desbordó con él después de convertir un golazo por la escuadra en Can Misses ante el Ibiza. Dos goles en veinte minutos disputados de cada uno de esos partidos. Pero, en un entrenamiento, un mal apoyo lo volvió a mandar a la enfermería. Era la otra rodilla. Dos lesiones graves consecutivas. "Es una puñetera puñalada en el corazón para todos", expresó Pellicer.

Ahora, el final del túnel está más cerca, pero ya nadie en el club se atreve a hablar de plazos. A 20 de agosto, Haitam y Ramón completan los entrenamientos a un ritmo cada vez más cercano al de sus compañeros. Si nada se tuerce, la justicia divina del fútbol les volverá a otorgar otra oportunidad.