Pablo Martínez se reintegra al grupo y el Levante sigue sin solventar las inscripciones

Julián Calero todavía no sabe si podrá contar con más efectivos contra el Cádiz de los que dispuso en el estreno en Gijón. Hay un riesgo serio de que los cuatro que aún faltan por inscribir (Pampín, Rober Ibáñez, Alfonso Pastor y Vicente Iborra) tampoco estén en el estreno en el Ciutat de València. Con el que sí ha podido disponer en el entrenamiento de esta mañana ha sido con Pablo Martínez, pero consciente de la realidad que envuelve sobre su futuro, que sigue igual de enquistada que antes de que se quedara fuera de la expedición a El Molinón al decidirse que se quedara en tierra para evitar una posible lesión, en mitad de las conversiones y/o negociaciones con otros clubes, que pudiera truncar un traspaso que aún no se ha producido.

Pablo Martínez, una expectativa de venta

En la vuelta al tajo del martes, Pablo Martínez arrancó la semana al margen, pero ya es uno más junto a Calero tras decidirse que se reintegrara, aunque no está inscrito y eso que tiene contrato en vigor hasta 2026, y que tampoco participará en el reencuentro con Paco López. De momento, Pablo es simplemente una expectativa de venta. Una operación tasada a principio de mercado entre 1,5 y 2 millones… y ahora en 4 ‘kilos’. Y con clubes como el Valladolid, que hizo un movimiento insuficiente en Orriols o un Granada que le ofrecía un salario más que satisfactorio al jugador, pero, si juega en Segunda, solamente sería en el Levante. Hay varios equipos de Primera detrás del centrocampista, pero sin ningún avance que pueda cristalizar en un acuerdo satisfactorio para todas las partes.

¿Marc Pubill y el Barcelona?

El Levante trabaja a la desesperada para encontrar fórmulas que sirvan para alcanzar la cantidad suficiente que faciliten la inscripción de los jugadores pendientes y, si fuera posible, satisfacer el deseo de Calero de reforzar la parcela defensiva. Ni la bala de Pablo Martínez, ni la de Kochorashvili ni tampoco la plusvalía truncada en el traspaso de Marc Pubill del Almería a la Atalanta han dado en la diana. Desde Relevo apuntan que el lateral catalán es el tapado del Barcelona para reforzar el costado del '2'. Ahí, el conjunto culé mantiene la opción de volver a contar con Joao Cancelo. Flick cuenta con Koundé, que es central, y con Héctor Fort, que mantiene dorsal de filial.

En esa carrera a toda prisa del Levante, haciendo lo posible e imposible para deshacer este entuerto, el Levante oficializó este martes dos operaciones que suavizan, en menor media, este panorama. El traspaso de Carlos Jiménez al Al-Qadsiah y la cesión de Dani Martín al Marbella (menos de una semana después de pagar traspaso por el joven guardameta al Rayo Majadahonda) han generado alrededor de unos 300.000 euros para rebajar esa urgencia de ajustar el desfase financiero. LaLiga es inflexible, la norma es clara y, de lo contrario, a José Danvila le tocará volver a rascarse el bolsillo si no se han obtenido esos ingresos necesarios, arriesgando todavía más su patrimonio personal.

Así está en estos momentos la plantilla del Levante

Porteros: Andrés Fernández (1).

Defensas: Andrés García (2), Dela (4), Elgezabal (5) y Cabello (14).

Centrocampistas: Kochorashvili (6), Algobia (8), Óscar Clemente (17), Oriol Rey (20), Sergio Lozano (21) y Carlos Álvarez (24).

Delanteros: Roger Brugué (7), Iván Romero (9), Morales (11), Fabrício (12) y Bouldini (22).

Con 'ficha B': Sellés (26), Marcos Navarro (29), Víctor Fernández Jr. (30), Xavi Grande (31), Álex Primo (32), Borja Cortina (34) y Carlos Espí (38).

Faltan por inscribir: Alfonso Pastor, Diego Pampín, Rober Ibáñez, Vicente Iborra y  Pablo Martínez.