Paso al frente para la salida de Franco Cervi: Rosario Central pone fecha a su fichaje
-
El argentino no cuenta para Claudio Giráldez
-
Cervi encuentra refugio en la Copa: "Trabajamos para cuando llegue la oportunidad"
-
De septiembre a enero, la travesía en el desierto de Cervi, Allende y De La Torre
El Celta de Vigo no es ajeno al mercado de fichajes invernal. Uno de los apartados en los que más se incide desde las oficinas de Balaídos es en las salidas. Más allá del interés de Claudio Giráldez en fichar a Ilaix Moriba en propiedad o de los rumores de que en el Benito Villamarín desean a Tasos Douvikas para el ataque, hay varios jugadores del club que llevan tiempo en la rampa de salida. Prácticamente desde el pasado verano. Uno de ellos es Franco Cervi.
El argentino, que ya acumula cuatro temporadas en el Celta, no cuenta para Claudio Giráldez. El club trató de buscarle acomodo el pasado verano, pero no fue posible. Entre otras cosas por su elevado salario y por su deseo de continuar jugando en Europa. El atacante celeste tiene contrato hasta 2026, por lo que una cesión también era bien vista por parte de la entidad.
En los últimos días ha surgido el interés de Rosario Central por hacerse con sus servicios. Tal y como informa el periodista Fernando Carrafiello, la intención del club argentino es la de cerrar su fichaje antes del final del 2024. Es decir, de aquí a unos días. Unos plazos que se antojan difíciles de cumplir teniendo en cuenta lo poco que queda.
De producirse la salida de Cervi, el Celta vería reducida su su masa salarial, uno de los objetivos del club para mitigar los 34 millones de euros de desfase en su presupuesto.
Otros nombres en la agenda
Franco Cervi no es el único que podría salir próximamente del Celta. Otros jugadores que tampoco cuentan para Giráldez y que podrían partir son Luca de la Torre, quien cuenta con un fuerte interés del San Diego FC de la Major League Soccer, o Tadeo Allende, en la agenda de equipos de LaLiga Hypermotion y del Inter de Miami de Leo Messi.
Sin duda, se avecina un mes de enero ajetreado en Balaídos.
