De Berlín a Buenos Aires: la cara y la cruz de la final (vídeos)
Cuando Rizzoli decretó el final del partido toda Alemania saltó de alegría y toda Argentina lloró de pena. En las capitales de ambos países se vivieron momentos muy diferentes: Berlín celebró a su forma el cuarto título mundialista y Buenos Aires vivió momentos de mucha tensión.
Los alemanes salieron a la calle con sus coches, haciendo sonar todo lo posible sus motores. Muchos alcanzaron las primeras horas de la mañana de fiesta para celebrar un nuevo título en el Mundial.
Sin embargo, en Buenos Aires muchos aficionados no soportaron bien la derrota de su selección y hubo disturbios durante varias horas. La cara y la cruz tras la gran final del Mundial.