Todo el mundo abraza a Chéryshev
Todo eran sonrisas, abrazos y buen ambiente en el entrenamiento vespertino que celebró hoy el conjunto ruso en su cuartel general en Jimki, en las afueras de Moscú.
Pero sin duda el extremo del Villareal español fue quién exhibió la sonrisa más amplia durante la sesión de carrerillas que pudo presenciar la prensa antes de abandonar el campo de entrenamiento.
La mayoría de los comentarios de los periodistas se centraban en el jugador que al fin pudo demostrar su clase en un partido de la selección.
El entrenador de Rusia, Stanislav Cherchésov, reveló después del partido que había hablado con Denís la noche anterior sobre su lugar en el equipo, y aseguró que el jugador le respondió "con un regalo de dos goles".
Tras el magnífico debut ante Arabia Saudí, Cherchésov no quiere que sus jugadores se distraigan y se dejen adular por los titulares de la prensa, que hoy pidieron perdón a la selección por las duras críticas vertidas en los últimas semanas contra el equipo nacional.
"Ya nos hemos olvidado del partido de ayer, y nos estamos preparando para Egipto", dijo después del entrenamiento Alexandr Golovín, la otra estrella de Rusia en el partido inaugural, que completó una gran actuación jugando para el equipo y coronó la tarde con el quinto gol, marcado en el tiempo de descuento.
El centrocampista del Zenit de San Petersburgo Alexandr Yerokhin, que no saltó al campo, subrayó que aunque Rusia se ha quitado mucha presión tras el primer partido, afrontará el choque ante Egipto con toda la concentración, consciente de su importancia para superar la fase de grupos.
"Sólo una victoria en ese encuentro podrá aclarar algo" sobre las posibilidades de la anfitriona del Mundial de clasificarse para los octavos de final.