Bélgica exhibe su potencial
Un gol de Dries Mertens y un doblete de Romelu Lukaku, festejados en el segundo tiempo, dieron a Bélgica un debut con goleada por 3-0 en el Mundial de Rusia sobre un equipo de Panamá que jugó este lunes por primera vez en una Copa del Mundo, mostró ímpetu y lucha, pero pagó caro el derecho de piso.
Panamá llegó a la cancha del estadio de Sochi con pertrechos para resistir la inclemencia de un huracán y a los 35 minutos se tomó tanta confianza que guardó los chubasqueros y se aventuró a visitar los pagos de Thibaut Courtois bajo una soleada tarde.
El fin del primer tiempo llegó con alegría para los centroamericanos, pues habían logrado maniatar a una formación que ha presentado su candidatura al título. Sin goles en el tablero, los panameños se sintieron a gusto en el estadio olímpico Fisht, en Sochi, pero no contaban con uno de esos goles que los astros sacan de la chistera ante el asombro del público.
A los 47 minutos, Mertens pescó un balón de rebote y sin dejarlo caer lo anidó en la escuadra derecha de Jaime Penedo, hasta entonces la figura del partido por haber parado, al menos en tres ocasiones a los ágiles jugadores del entrenador español Roberto Martínez.
Descontrol total en el conjunto de 'Bolillo' Gómez, las cartulinas amarillas llovieron sobre las cabezas de tres jugadores y Panamá abrió sus líneas. En apenas seis minutos, del 69 al 75, Lukaku se encargó de sellar una goleada. En la primera acción Hazard salió del área para dar el balón a De Bruyne, que por la misma vía entró y con un pase de tres dedos puso el balón en la cabeza de Lukaku.
El de la puntilla llegó con una combinación desde el fondo. Hazard, con espacio, volvió a ser el hombre de los eslalon, así llegó hasta dejar a Lukaku a gusto para dejar sin opción a Penedo. Se había desmoronado una selección que jugó sin complejos pero con limitaciones.
Dries Mertens resultó ser la válvula de escape de los Diablos Rojos. Sin mucha claridad, los de Roberto Martínez se las ingeniaron para aterrizar en la puerta de la Roja y de todas las escaramuzas el que mejores dividendos sacó en el primer tiempo fue Penedo.
A Carrasco contuvo un remate que le llegó desde la izquierda, a Mertens le sacó por encima del larguero un remate englobado y a Hazard lo dejó con las manos vacías De Bruyne ensayó la media distancia, cambió posición con Hazard, pero el astro del Chelsea no tuvo una tarde plácida con el marcaje implacable de Michael Murillo.
Pudo sí partir para el abrazo con sus compañeros gracias a una devolución corta del capitán Román Torres. Penedo quedó colgando de un alambre y solo su sombra impidió que el diez tuviera panorama para anotar. Su remate se anidó en la red exterior de poste derecho, como a la malla del izquierdo fue a parar un tiro de Mertens.
Martínez, el entrenador español que dirige a Bélgica, había predicho que sus pupilos debían prepararse para un partido de paciencia que difícilmente estaría definido antes de los 60 minutos. Se equivocó.
Mertens, el ariete del Nápoles, puso en ventaja a los Diablos Rojos. El resto quedó por cuenta de Lukaku. Courtois tuvo que trabajar para contener tres escaramuzas a partir de llegadas de Murillo, Cooper y Bárcenas. Panamá fue más alma y corazón. Y equipos así resultan peligrosos.