Milinkovic Savic, de moda
Saransk (Rusia), 20 jun .- Rusia 2018 se ha convertido en el escaparate ideal para Sergei Milinkovic Savic, una de las grandes revelaciones del Mundial después de que el torneo haya rebasado, únicamente, la primera jornada de la fase de grupos.
Da la sensación de haber sido un descubrimiento. De que el partido contra Costa Rica que el conjunto balcánico ganó en el estadio Samara Arena fue el que puso sobre el foco a este jugador de 23 años, nacido en Lleida y que lleva ha cumplido su tercera temporada en el Lazio italiano.
Nada de eso. Medio mundo pregunta ahora por este centrocampista, hijo de Nikola Milinkovic, un reputado delantero de origen bosnio que hizo gran parte de su carrera en el fútbol español.
Gran parte del mérito de su difusión corresponde al seleccionador Mladen Krstajic, que apenas hace un año que llegó al banquillo para dar estabilidad a un puesto que lleva mucho tiempo sin un inquilino fijo. En tres años, desde que el holandés Dick Advocaat se hizo cargo del puesto, cuatro preparadores han ido y vuelto sin mayor continuidad
Aun así logró su lugar en Rusia 2018 donde pretende recuperar su impronta y difundir el talento que tradicionalmente ha acompañado a los futbolistas balcánicos.
Mladen Krstajic llegó al combinado serbio y asumió esa reconstrucción. Recurrió el exjugador del Partizan que se ganó la vida también en Alemania, en el Schalke y el Werder Bremen, a reformar la selección. Con experiencia mundialista como jugador, integrante del equipo de Serbia que jugó en Alemania 2006, penúltima presencia de su equipo nacional que también disputó Sudáfrica 2010 que retorna ahora en Rusia.
No tuvo dudas y Krstajic recurrió a los jóvenes. A esa camada de futbolistas que se proclamaron campeones del Mundo sub 20 hace tres años, en Nueva Zelanda. Y ahí estaba Milinkovic Savic.
Junto a ellos, hombres como el defensa Milos Veljkovic, del Werder Bremen, los centrocampistas Andrija Zivkovic, que juega en el Benfica y Marko Grujic, del Cardiff o los delanteros Nemanja Radonic, del Estrella Roja y Luka Jovic, del Eintracht.
Parte de la selección serbia que convive con hombres consolidados como el meta Vladimir Stojkovic, los zagueros Antonio Rukavina, del Villarreal, Aleksander Kolarov, del Roma o Branislav Ivanovic, Zenit San Petersburgo o como el centrocampista Nemanja Matic.
De entre todos ellos ha sido Milinkovic Savic el que salió reforzado del estreno con Costa Rica. Con sus casi dos metros de estatura mostró una coordinación y unos movimientos aparentemente incompatibles con el físico que le auxilia. Habilitado para jugar tanto de interior como de enganche con el delantero contempla el fútbol como uno de los elegidos.
Inédito en toda la fase de clasificación, al margen de los planes del entonces responsable Slavoljub Muslin que desechó precipitar la renovación del combinado en Rusia 2018, Milinkovic Savic no ha necesitado tiempo de adaptación alguno para asentarse en el primer equipo serbio y convertirse en uno de los alicientes del Mundial.
En pleno temporal de rumores de altas y bajas y fichajes para el futuro en los grandes clubes, el nombre de Milinkovic Savic está de boca en boca. Con 23 años, acumula cuatro de experiencia en Europa. Uno en Bélgica, en Genk, que bastó para llegar hasta Roma, donde ha culminado su tercera temporada.
Serbia entrará otra vez en escena el próximo viernes, en Kaliningrado frente a Suiza. Una nueva irrupción en el escenario de una de las sensaciones del torneo que puede sellar la presencia balcánica en la segunda fase.