La gran generación belga quiere confirmarse ante Japón
El orden y el entusiasmo de Japón es el nuevo desafío de Bélgica, el equipo más goleador de la competición que sustenta la madurez de una de las mejores generaciones de su historia, en busca de un éxito sonoro en una gran competición.
El conjunto que dirige el español Roberto Martínez aspira a dejar de lado el desengaño que le ha acompañado en sus actuaciones recientes. El plantel belga presume de una envidiable camada de futbolistas que reparten su calidad por los clubes más reputados del Viejo Continente.
Aún así, Bélgica lastra un puñado de sinsabores. En Brasil 2014 no fue capaz de atravesar los cuartos de final batida por Argentina. En la misma frontera se estancó en la Eurocopa de Francia 2016, cuando fue superada por Gales.
Las oportunidades se reducen para esta prole de jugadores, que se aferran a Rusia 2018 como su gran ocasión. Llega a las eliminatorias alentada por su impecable papel en la fase de grupos, donde ganó todo, con Romelu Lukaku como una de las grandes revelaciones de su ataque.
La presencia del ariete del Manchester United será la principal novedad del conjunto de Roberto Martínez. Lukaku se lesionó en el segundo partido, contra Túnez. Fue reservado contra Inglaterra. Pero ya está en condiciones para afrontar el desafío de Japón.
El preparador español, que también tiene a tono a sus centrales Thomas Vermaelen y Vincent Kompany, dispone de sus veintitrés integrantes de su plantel. Martínez afrontará la cita de la misma manera que entró en escena en sus compromisos anteriores. Con una defensa de tres y dos laterales ofensivos, Thomas Meunier y el exrojiblanco Yannick Ferreira Carrasco.
No reservará nada Bélgica, con nombres con pinta de estrella como Kevin De Bruyne, Eden Hazard, Dries Mertens o Romelu Lukaku. Axel Witsel pone el equilibrio en un conjunto netamente ofensivo.
Japón apela a la motivación. A la cita con la historia y a la disciplina de sus hombres. Clasificado gracias a sus pocos jugadores amonestados por el criterio del juego limpio, puesto en cuestión por la actitud del equipo nipón contra Polonia, ante el que firmó una derrota mínima, se aferra a los intangibles.
El preparador Akira Nishino aboga por el espíritu, la concentración, la intensidad o el entusiasmo. También a la historia. Los samuráis azules pueden alargar su leyenda en un Mundial. Nunca han atravesado los octavos de final que solo habían logrado en dos ocasiones antes. En Corea y Japón 2002, como anfitrión, y el Sudáfrica 2010. Pero jamás entraron en cuartos.
Dispone también de todo sus jugadores Akira Nishino, que maneja la opción de un solo cambio, en ataque. Recuperará la normalidad el preparador nipón, que reservo a seis habituales en el choque contra Polonia.
Shinji Okazaki, el mejor delantero japonés del momento, puede ser la apuesta de Nishino. El atacante del Leicester estuvo a punto de no ser inscrito en Rusia 2018 a donde llegó con una lesión en el gemelo de la pierna derecha. Mejoró y se recuperó. Se quedó. Tuvo minutos contra Colombia y algunos más frente a Senegal. Salió de inicio frente a Polonia.
Okazaki puede repetir titularidad aunque eso suponga la salida de Yuya Osako, que ha cumplido con creces en su responsabilidad como único atacante nipón.
Lugar: Rostov Arena (Rostov on Don)
Hora: 21.00 local (20.00 CET/18.00 GMT).