¡Vive la France!
La selección de Francia se ha proclamado campeona del Mundo en el Luzhniki de Moscú tras ganar a Croacia por 4-2. Segundo entorchado mundial para un combinado que supo demostrar en la final la experiencia de la que carecían los croatas.
No hay partido más grande en el mundo del fútbol. Una final de Champions League no engloba delante del ordenador a tantos millones de personas como lo hace el partido qué nación es la más grande del mundo. Dicen que el fútbol ha evitado más guerras entre los países desde su expansión y lo cierto es que, al menos mientras el balón rueda, no existe otra preocupación.
Las personalidades presentes en el Luzhniki así lo atestiguaban. Vladimir Putin presidió el partido flanqueado por sus homólogos en Francia y Croacia: Emmanuel Macron y Kolinda Grabar-Kitarović. La presidenta balcánica ha igualado en fama a los dos dirigentes masculinos durante este torneo gracias a la gesta de su selección y al haber visto los partidos desde la grada, junto a su afición.
Su equipo, Croacia, fue el primero en tomar el mando del partido, con Rakitic de timón. Con 90 minutos y dos tandas más de penaltis que su rival, Dalic sabía que necesitaban ir a por el choque rápido, antes de que empezaran a flaquear las fuerzas.
Sin embargo, como ha sucedido en este Mundial, el equipo que toma la iniciativa suele pasarlo mal, y quien decide es el balón parado.
Así llegó el tanto que ponía a Francia por delante. Mandzukic, héroe de las semifinales, demostró de nuevo su poderío aéreo, aunque no de la manera deseada. Su cabezazo en un centro de Griezmann de falta lo peinó hacia atrás para despistar a Subasic y colocar el 1-0.
20 minutos y Francia ya había firmado el guión soñado. Sólo dos equipos habían conseguido batir a Lloris en este torneo, pero esto es una final y puede pasar de todo. Y si no que se lo digan a Perisic.
El jugador del Inter fue decisivo en la Eurocopa, pero en el Mundial no apareció hasta semis. Ahí marcó y en la final llegó su tercer tanto del torneo. Un golazo tremendo, con un trallazo desde la frontal con la zurda imparable para el meta del país vecino.
Ni Uruguay ni Bélgica habían conseguido inquietar a los de Deschamps con el marcador en contra, pero Croacia llegaba a Moscú dispuesta a dar guerra.
Modric, Rakitic, Griezmann, Mbappé... los principales líderes de ambos equipos durante el torneo ya habían tenido su cuota de protagonismo, aunque faltaba el uno. Y es que, sin lugar a dudas, este ha sido el Mundial del VAR. El sistema de videoarbitraje se ha estrenado en un gran escenario en este Mundial y no podía terminar el partido sin su momento en la final.
Un córner de Griezmann peinado por Matuidi tocó en la mano de Perisic y Pitana pidió comprobar la acción. Una jugada que ni siquiera después de mirarla una y otra vez estaba clara, aunque finalmente el argentino señaló la pena máxima. Griezmann olvidó los fantasmas de finales pasadas y transformó el penalti para dedicarnos de nuevo el baile del Fortnite.
Con un par de acciones peligrosas más por parte de Croacia llegó el final de la primera mitad. Si parecía que estos 45 minutos habían tenido de todo la segunda parte calificó aún más este Mundial de Rusia como "loco".
Nada más comenzar, unas activistas saltaron al campo en el único fallo de la organización y seguridad rusas en todo el torneo.
Quien seguía sin sustos era Francia, con un entramado defensivo que frenaba a Croacia sin demasiados apuros. Los balcánicos tocaban y tocaban en busca de un hueco hasta que los de Deschamps sacaron de nuevo las garras de campeón.
Mbappé cazó un genial pase de Matuidi a la carrera y la puso atrás. Griezmann controló y la puso de cara para que Pogba, a la segunda, acertara con un zurdazo ajustado ante el que nada pudo hacer Subasic.
Griezmann, Pogba y Mbappé. El del PSG no podía irse de la final sin marcar y se sacó un latigazo desde la frontal después de una gran jugada de Lucas. Su gol le colocaba más que nunca como el favorito para llevarse el Balón de Oro del torneo, aunque este recayera finalmente sobre Modric.
Un 4-1 en una final de un Mundial debería ser suficiente para cerra el partido ante cualquier selección con tres prórrogas a sus espaldas. Pero Croacia está hecha de otra pasta.
Los de Dalic no se rindieron en ningún momento y recortaron distancias de la forma menos esperada. Lloris, después de un paradón, tuvo su único error del partido al intentar regatear a Mandzukic. El punta de la Juve se la robó para, esta vez sí, en la portería adecuada para el 4-2.
Un resultado que ya si que sería fijo. Deschamps acertó con los cambios para darle aún más solidez al equipo galo y de esta forma los 'bleus' pudieron amarrar su segunda corona.
Croacia no perdió la cara al duelo en ningún momento y cierra el mejor torneo de su historia, superando incluso las actuaciones de la antigua Yugoslavia en un Mundial. Ya no son sólo Suker, Boban o Prosinecki. Los Modric, Rakitic, Perisic, Subasic o Mandzukic también son leyenda del país.
Pero los vencedores fueron los galos. Australia, Perú, Dinamarca, Argentina, Uruguay, Bélgica y Croacia cayeron en el camino de una selección que, con la derrota con Portugal en 'su' Eurocopa, llegó a Rusia con la lección aprendida.
Lloris alzó al cielo el segundo Mundial en la historia de Francia. La camiseta francesa ya luce las dos estrellas que también tienen otras históricas como Argentina o Uruguay, precisamente dos selecciones que cayeron ante los 'bleus'. Un grito retumba este domingo en el mundo del fútbol: "¡Vive la France!"