Garbajosa: "Queremos poner al baloncesto femenino donde se merece"

Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, 1977) dirige la Federación Española de Baloncesto (FEB) desde hace dos años. La organización del Mundial femenino era uno de sus grandes retos y se muestra orgulloso. "Queremos poner al baloncesto femenino donde se merece", aseguró en una amplia entrevista con EFE.

Garbajosa considera que el Mundial que se disputará en Tenerife del 22 al 30 de septiembre supone el "momento más importante de la historia del baloncesto femenino en España" y aseguró que no "dejarán pasar esta oportunidad".

Pregunta.- ¿Cómo ha sido la organización de este Mundial?

Respuesta.- Hay que ponerse en perspectiva. Cuando alcancé la presidencia de la FEB en 2016 quedaban dos años para el Mundial y, por motivos que no viene al caso recordar, nos encontramos con que no había nada preparado. Conseguir lo que hemos conseguido en estos dos años tiene un mérito extraordinario. Nosotros queríamos un Mundial que fuera nivel 'top' organizativo.

Tenerife era una de las opciones que valorábamos y cuando llegamos nos encontramos con un impulso muy importante: que cuatro administraciones como el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Tenerife, de Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de la Laguna mostrasen la ilusión que había por organizar el Mundial. También había que valorar que veníamos de organizar una final a cuatro de la Liga de Campeones en Tenerife y FIBA comprobó el nivel organizativo, la calidad de las instalaciones y la pasión por el baloncesto que hay. Además, el hecho de organizar el Mundial en Tenerife deja el legado de que el pabellón Quico Cabrera será un pabellón para los próximos 30 años.

P.- El plan de organización del Mundial es también a largo plazo.

R.- Queremos que el Mundial sea la rampa de lanzamiento definitiva del baloncesto femenino en nuestro país, pero también es un Mundial de España para el Mundo. Hemos trazado un plan para que esto sea un Mundial de seis meses y después haya más presencia del baloncesto en la isla. Queremos poner al baloncesto femenino donde se merece, que es en un altísimo nivel, y para eso nuestra capacidad organizativa tiene que estar al máximo y en eso nuestros mejores socios eran las instituciones tinerfeñas.

P.- ¿Que no haya un campeonato en el que juegue la selección masculina absoluta es positivo o negativo para el Mundial?

R.- Es positivo. De hecho la estrategia de la FIBA es que el Mundial masculino tenga su año y el femenino el suyo. El único gran evento del baloncesto de este año va a ser el Mundial femenino. Insisto en que esto no es el final de nada. Esto es un evento que es el germen de lo que queremos que sea el baloncesto femenino.

R.- España tiene un equipo femenino que es prácticamente campeón de todo y, jugando en casa, se le va a exigir mucho.

R.- Uno de los objetivos que nos ilusiona es el gran nivel que tiene nuestra selección. Hablando hace poco con una de las jugadoras más veteranas de la selección, me decía que saben que el nivel es altísimo y que al 100 por cien compiten contra todas, incluso contra las estadounidenses que son unas extraterrestres, pero que si no están al máximo sufrirán porque hay un nivel muy alto.

Lo que tenemos que hacer es afrontar este campeonato como una fiesta, lo que no quiere decir que haya que trabajar ni un segundo menos, sino asumirlo como la gran fiesta del baloncesto femenino en nuestro país. A partir de ahí el equipo va a competir y va a dar todo. Lo importante es que esas chicas que se han ganado un hueco en el corazón de todos puedan disfrutarlo y que se liberen de la presión. La responsabilidad es de la FEB, por haberlo organizado. Y ojalá consigan un gran resultado, su trayectoria es un aval suficiente para confiar en ellas.

P.- Una cosa curiosa es que las pívots españolas son las mas bajitas de todo el campeonato.

R.- Este año hemos tenido el problema de la lesión de Sancho Lyttle, que es muy importante para nuestra selección, pero el equipo, como bien dijo el seleccionador, Lucas Mondelo, le damos todo nuestro cariño y la apoyamos siempre pero solo la lloramos un día. Tenemos un relevo como Astou Ndour, que ha demostrado de sobra su calidad y su compromiso con la selección. Perder a Sancho es una mala noticia pero este equipo ha demostrado que es capaz de competir contra todo.

P.- Son como una familia.

R.- La familia no es un 'hashtag' que se intenta vender, es algo que les sale de dentro. La convivencia va más allá de un equipo. Y lo que pasa fuera de la cancha se refleja dentro.

R.- ¿Qué significa Alba Torrens para el deporte español?

R.- Es un estandarte del deporte español. Alba ha sido la mejor jugadora de Europa dos años, con una lesión dura de por medio. Es una persona de un liderazgo silencioso que quizá no habla tanto pero lo demuestra con el ejemplo. Te transmite una tranquilidad muy grande, de tenerlo todo controlado. Todo esto más allá del gran rendimiento dentro de la cancha. Le gusta pasar desapercibida pero cuando pasen los años, como suele pasar en estos casos, por desgracia, nos daremos cuenta de la verdadera dimensión que tiene.

P.- En cuanto a selecciones latinas, la federación de Argentina está trabajando muy bien.

R.- La Federación Argentina tuvo problemas en su momento pero ahora se está apostando por el baloncesto femenino allí. Están mejorando sus resultados en las categorías inferiores, están invirtiendo bastante para en el futuro ser una referencia.

P.- Este Mundial también supone un impulso para todo el deporte femenino en España.

R.- La organización del Mundial femenino como herramienta tiene un sentido. El impulso del femenino es algo obvio de nuestra gestión, no solo con palabras, con hechos. El año pasado pusimos en marcha nuestra Liga, que es nuestro pan de cada día, presentarla, el día de puertas abiertas, salir en la televisión nacional, retransmitir en redes sociales... Yo siempre digo que el que pasa cerca del baloncesto femenino se queda, por eso queremos acercárselo a la gente. Estamos en el momento más importante de la historia del baloncesto femenino para nuestro país y no vamos a perder esa oportunidad.