Tony Adams y su adicción al alcohol: "Tuve una borrachera de 44 días, estaba paranoico"
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El exjugador del Arsenal relata algunas anécdotas de su etapa como alcohólico
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Lo ha hecho en una entrevista con 'The Guardian'
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Tony Adams es uno de los jugadores más reseñables del viejo fútbol inglés. El exjugador y entrenador británico, leyenda y antiguo capitán del Arsenal, pasó una etapa sumamente complicada debido a su adicción al alcohol. Una realidad que numerosos futbolistas ingleses han vivido, con Paul Gascoigne como, quizá, el máximo exponente de esta problemática. Tanto es así que llegó incluso a entrar en la cárcel. Sin embargo, acabó superando su consumo excesivo al alcohol con ayuda de un profesional. James W. fue quien ayudó al jugador con su problema y, cuando el exfutbolista abrió su fundación para ayudar a otras personas con adicciones, le puso a él al frente.
Ahora, tras el fallecimiento de su terapeuta, un afligido Tony Adams, quien tuvo un breve paso por el Granada CF, ha concedido una entrevista en 'The Guardian' en la que ha repasado su adicción, relatando diferentes episodios vividos durante sus peores momentos.
"Era 1996. Tenía 29 años y no quería estar en este mundo. Fue una etapa muy oscura de mi vida. Cuando no estaba jugando al fútbol, no tenía ganas de vivir. No podía vivir. Yo sabía que estaba totalmente atrapado. Es el peor lugar en el que he estado nunca", relataba. Y es que tan evasivo era el fútbol para él que, cuando tuvo que dejar de jugar debido a una lesión, se hundió: Ese mismo año, en febrero me lesioné. Me quitaron el fútbol. En marzo se llevaron a mis hijos. Nunca bebí cerca de ellos, pero un domingo por la noche me bebí siete botellas de vino y me desmayé. Entonces mi suegra se llevó a los niños", relata.
La caída de Tony Adams tras la Eurocopa del 96 y su detención
Asimismo, relata un problema de ese mismo verano: "Durante la Eurocopa de Inglaterra logré mantenerme sobrio. Ahora, en cuanto Gareth Southgate falló el penalti (el sexto de la tanda en la semifinal contra Alemania), tenía alcohol en mis manos. Tuve una borrachera de 44 días. Al final de ella incluso veía salir cosas del armario. Estaba paranoico. Pensé que había alguien más en casa, pensé que estaba matando gente...", relata. Sin embargo, aquel fue el principio del fin de su adicción: "El 16 de agosto de 1996, James me guio y fui a Alcohólicos Anónimos. Aquello me cambió como ser humano", reconoce.
No fue la primera vez que tuvo problemas por beber. Y es que llegó a entrar en la cárcel por superar la tasa de alcohol permitida... ¡por cuatro! Lo cuenta así: "Encima me dieron palmaditas en la espalda. En aquel entonces yo era el capitán del Arsenal. Mi entrenador me dijo: 'Intentan dar ejemplo contigo. Siendo 19 de diciembre, eres el mejor anuncio que hay para que la gente no conduzca si bebe en esta Navidad'". Eso fue lo que le dijeron para que se sintiera mejor.
Sin embargo, la experiencia de estar preso no le sirvió de mucho: "Después de estar en la cárcel seguí bebiendo durante otros seis años más. No es una locura entrar en la cárcel. Lo que es una locura es que te devuelvan el carné y volver a conducir borracho unos días después", admite. "A mí la cárcel no me tocó el corazón. No era lo que yo necesitaba. Lo que yo necesitaba era rehabilitación", sentencia.