Míchel e Iñigo Pérez, puro sentimiento rayista: un abrazo que lo dice todo
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El Rayo remontó con los dos goles de Nteka
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Míchel, amado por los aficionados vallecanos
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Nteka lidera la remontada del Rayo en tres minutos
Cuando uno toca al Rayo, descubre un sentimiento para toda la vida. Y si no que se lo digan a Iñigo Pérez, que llegó junto a Andoni Iraola y en su aventura en solitario está logrando del equipo vallecano un equipo al que tener en cuenta. No sólo eso, sino que además su respeto por la afición está siendo magnífica y ha entendido a la perfección lo que significa el barrio.
Pero hoy, justo delante de él, tenía al referente de una afición. Para muchos, la única leyenda del Rayo Vallecano. Míchel Sánchez, el técnico del Girona. Un hombre que ha sentido la franja tanto de jugador como de entrenador y que, cada vez que viene, es idolatrado.
El abrazo de un sentimiento vallecano
Ambos siempre se han mostrado un respeto único. Míchel habla maravillas del Rayo Vallecano. Iñigo Pérez ve un espejo al Girona de Míchel. "La semana pasada me pasó justo al revés yendo yo a Osasuna. Por supuesto que me gusta ver cómo la gente de Vallecas recibe a un entrenador así, por eso da gusto ver ese tipo de enfrentamientos. La trayectoria de Michel es un espejo donde mirarme", decía el técnico vallecano en la previa.
⚡️ No pueden dejar de hablar Íñigo y Míchel. El entrenador que se ha ganado la admiración de Vallecas y el gran ídolo del rayismo. Se han elogiado y hacen que sus equipos jueguen muy bien al fútbol
📻 Desde las 14:00 tenemos Partidazo en @tjcope, @RayoVallecano 🆚 @GironaFC pic.twitter.com/xYBNffFRk9
— Carlos Ganga Galiana (@CarlosGangaG) January 26, 2025
Un respeto que ha quedado marcado desde el inicio. Y mucho más al final. Ambo técnicos han ido directos a por el otro según ha pitado el árbitro el final. Un final, por cierto, de infarto, con los dos goles de Nteka para remontar el partido y poner al Rayo Vallecano un poco más lejos del descenso y, porqué no, más cerca de Europa.
Iñigo abrazó a Míchel mientras le miraba como si estuviera pidiéndole perdón. Míchel le agarró y se fundieron en un abrazo que demuestra un sentimiento rayista que, uno conoció al nacer, y el otro ha ido conociéndolo con el paso de los años. Como dice la canción: 'muchos nacimos contigo y otros muchos te conocimos'.